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Ana Pedrero - EN LA RAYA

Soledad

«Zamora se hizo tumulto para ofrecer su soledad, para gritar su dolor desde el silencio, como si el dulce rostro de la Virgen, su manto sencillo, casi transparente, fuesen un pañuelo para el alma»

Raúl Alonso

La Virgen de la Soledad recorría las calles de Zamora , llenas de gente para ver a la imagen. Nuestra hermosa Virgen Sola, acompañada esta vez por una ciudad, por una sociedad que se siente más sola que nunca. 

En la antigua y añorada ... normalidad, Zamora hubiese vivido una auténtica fiesta con la salida extraordinaria de la mayor de sus devociones marianas. Imagino a la gente en las aceras esperándola, los niños asomando la cabeza al escuchar las cornetas y tambores, incluso el crujir de las pipas entre los dientes para matar el tiempo; los murmullos, ese runrún que sobrevuela el aire en los días grandes; la alegría del reencuentro bajo el sol de marzo, que también quiso salir para verla.

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