Nueva batida para encontrar a la mujer desaparecida en Traspinedo: «No vamos a parar hasta encontrarla»

«En un pueblo de 1.200 habitantes, un suceso de este tipo es todo un revuelo, la gente está preocupada y dolida, pero también muy implicada», asegura el edil, que ha remarcado que de momento en Traspinedo tratan de ser «positivos» y no dejarán de apoyar a la familia. «No vamos a parar hasta encontrarla», ha añadido.

Mientras, el padre de Esther, Miguel López, ha agradecido el ánimo y la ayuda del pueblo y de las autoridades, que está siendo «buenísimo». La noche del miércoles, su hija salió para ver un partido de fútbol con unos amigos, pero la preocupación de sus padres se hizo fuerte a partir del segundo o el tercer día sin noticias de ella, «porque lo raro era que no llamase». «Teníamos la esperanza de que se hubiese ido a Pingüinos, pero no fue así», admite.

También el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez, ha expresado su «máxima preocupación» y ha pedido cautela y «respeto» hacia la angustia de la familia dadas las «contradicciones» que han mostrado hasta ahora los testimonios de algunos testigos, recoge Europa Press.

Según la reconstrucción de los hechos, tras ver el partido en un bar con unos amigos, Esther se habría desplazado a casa de uno de ellos, acompañada del chico que la había llevado hasta el local, para luego, volver a subirse ambos al coche de vuelta al domicilio familiar de ella.

En el trayecto, el conductor, según ha reconocido ante la Guardia Civil, tuvo una discusión con Esther porque ella no quería volver aún, sino seguir de fiesta, de forma que finalmente se apeó en las proximidades del restaurante 'La Maña', en la Urbanización El Romeral, perteneciente al municipio de Traspinedo, lugar a partir del que se le pierde la pista.

Para facilitar su identificación, su fotografía se ha difundido por redes. Esther López es una mujer que mide 1,65 metros, con el pelo largo y castaño y los ojos del mismo color . Aquel miércoles iba vestida con unos vaqueros negros y una chaqueta de lana o borreguillo.

«Es una persona muy abierta y muy tratable», añade su padre. «Es de lo que no hay, de lo mejor que se puede tener», completa el hombre, que espera que la investigación dé sus frutos lo antes posible. «Ahora está todo en manos de la Guardia Civil y de la Policía», confía Miguel López.