Hazte premium Hazte premium

Ignacio Miranda - Por mi veresa

Nombre nuevo, viejos vicios

«Una mezcla de intolerancia, ignorancia y desprecio a la voluntad de un pueblo que cambió su nombre tras una consulta legal»

Ignacio Miranda

Andan azorados los vecinos de la localidad burgalesa de Castrillo Mota de Judíos , con su alcalde a la cabeza, por la aparición de pintadas en los indicadores de entrada al pueblo que vuelven al anterior topónimo de cadalso de hebreos. Los autores del acto vandálico tacharon la preposición «de» y cambiaron el «mota» por el antiguo «mata», rematando la faena con un símbolo nazi. Al haberse visto antes carteles similares, el regidor ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil para evitar que lo sucedido pase a mayores. Porque, como en la copla lorquiana, aquí enseguida se puede formar el alboroto y comenzar el tiroteo.

Hay que tener ganas -también tiempo- de ir a tocar las gónadas por este motivo a los 58 empadronados en la villa, situada a tiro de piedra de Castrojeriz. Cada poco surge una ola de antisemitismo muy recurrente, ya sea por simpatía con la causa palestina o para negar el holocausto, que sintoniza más con la otra denominación. Todo porque el municipio se siente orgulloso de su pasado judío y trata de recuperarlo mediante excavaciones, una iniciativa fetén para redescubrir su aljama, relevante en la Edad Media por los negocios situados a la vera del Camino de Santiago.

De hecho, el ex embajador de Israel en España, Alon Bar , lo ha visitado en más de una ocasión con la presencia de manifestantes. Una mezcla de intolerancia , ignorancia y desprecio a la voluntad de un pueblo que cambió su nombre tras una consulta legal. Faltaría más, que no estamos en Cataluña. Y no sabe casi «naide» -evocando a «Guerrita»- que en Castrillo nació allá por 1510 el músico y compositor Antonio de Cabezón , cuya casa se conserva. Ciego desde su niñez, fue un prodigio que con dieciséis años ya ejercía de organista en la capilla real de Carlos I y luego de Felipe II. Historia y arte a raudales por esta tierra de llanuras infinitas, ahora jalonada de parques eólicos y polémicas de ídem.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación