Miguel Ángel Muñoz, considerado por mayoría culpable del asesinato de la peregrina Denise Pikka

A la espera de la pena que le imponga el juez, según la solicitud de la acusación particular, Miguel Ángel Muñoz se enfrentaría hasta 25 años de prisión -ha modificado su petición, ya que en principio solicitó hasta 27-, 20 años por el delito de asesinato y cinco por robo con violencia. La fiscal mantuvo su petición de pena de 20 años por un delito de asesinato y cinco más por el de robo con violencia, mientras la defensa reclamaba la absolución. Asimismo, ha solicitado que el acusado no se acerque durante 25 años al entorno de la víctima. En cuanto a responsabilidad civil, la fiscal pide 80.000 euros a los padres y 30.000 al hermano, así como la devolución del dinero que había robado -algo más de mil dólares-; mientras, desde la acusación particular solicitan 100.000 euros a los padres y 150.000 al hermano.

Por su parte, la defensa mantiene la no culpabilidad y sigue pidiendo la libre absolución.

En el veredicto, el jurado popular manifiesta «por unanimidad», que Miguel Ángel Muñoz en el momento de cometer los hechos no está probado que pareciera «una grave enfermedad psíquica» anulara «totalmente sus normales capacidades de conocimiento y voluntad». Por mayoría ha sido declarado que tampoco está probado que esta «grave enfermedad psíquica» limitara «ligeramente sus normales capacidades de conocimiento y voluntad».

Muñoz Blas, de 41 años, reconoció inicialmente que había matado a la peregrina ante la jueza de Astorga (León) que instruyó el caso, pero meses después cambió su versión y ahora afirma que se lo inventó todo al sentirse presionado por la Policía cuando fue detenido el 11 de septiembre de 2015 en Grandas de Salime (Asturias).