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El día más mediático de la cárcel de Brieva

Decenas de medios de comunicación se han desplazado a las puertas del centro penitenciario abulense a falta de la ansiada imagen de Iñaki Urdangarín entrando en prisión

Numerosos medios se han apostado a las puertas del centro donde ha ingresado Iñaki Urdangarín ICAL

ICAL

A falta de imagen del exduque de Palma entrando en la prisión de Brieva había que poner esta cárcel en el mapa y por eso este lunes el despliegue de medios nacionales, regionales y locales ha sido inmenso a las puertas de la institución penitenciaria.

Iñaki Urdangarín dejaba su libertad atrás en torno a las 7.30 horas de la mañana y para entonces no había medio alguno apostado a las puertas de la institución para captar el momento, porque su elección de una prisión donde cumplir su pena se ha llevado casi como un secreto de Estado .

Los escasos vecinos que transitan por las calles de este barrio anexionado y el alcalde, Mariano Lidio Rodríguez, desde luego no sabían nada del ingreso porque «ni los funcionarios de la prisión lo sabían» .

El regidor tenía claro que el ingreso de Urdangarín en Brieva no perturbará para nada la tranquila vida del pueblo porque «todos vamos a seguir haciendo lo mismo, y más yo por ejemplo que soy ganadero, igual alguno de los vecinos que tienen un bar o un restaurante cambien un poco más por aquello de ¿y si vienen a comer aquí?», pero el caso es que pese a la gran atención mediática la calma en el pueblo era una constante.

Apenas si se ha podido ver a algún vecino durante la mañana pasenando por la zona y los medios de comunicación lo han copado casi todo. Medios nacionales, regionales y locales haciendo guardia por si había algún movimiento pero lo cierto es que el único ruido patente ha sido el de un operario del servicio de limpieza de la ciudad empleándose a fondo en quitar la ingente maleza que rodeaba el camino y las parcelas de las zonas comunes de este barrio anexionado de Ávila.

Normalidad

Los directos han ido y venido por las diferentes cadenas nacionales, pero los periodistas acostumbrados a este tipo de guardias se lo tomaban con toda la calma del mundo. Muchos de ellos además reconocían que son asiduos a las puertas de las prisiones y más últimamente, algunos prácticamente acababan de salir del entorno de la prisión de Estremera.

En el interior de la prisión normalidad absoluta , sólo algún que otro coche de reparto de los proveedores habituales de la prisión. El sol reinaba en la zona, el verano prácticamente ha llegado y por ello los periodistas, cámaras y fotógrafos acostumbrados a cubrir este tipo de acontecimientos iban bien provistos de paraguas, sombrillas, teléfonos móviles bien cargados para seguir la actualidad y por supuesto provistos de víveres con los que pasar las horas a pie de prisión. Sin duda un lunes al sol para ellos.

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