Mañueco e Igea ya ven un «matrimonio por amor» en la Junta y consumarán el mandato

Doce meses después de la firma de un documento con cien medidas que comprometía a las dos formaciones políticas, ayer llegó el momento de hacer balance y Mañueco e Igea reivindicaron la «solidez de un proyecto que ha salido reforzado» . «Estamos más fuertes y unidos», señaló el presidente de la Junta, quien destacó la cohesión y estabilidad de un Gobierno que en su primer año ha tramitado un millar de asuntos por un importe de 3.200 millones de euros . Negó, incluso, que haya habido vetos por parte de alguno de los componentes ya que «todas las decisiones se han tomado por unanimidad en un Gobierno unido, sólido y cohesionado».

Mañueco destacó el «diálogo sereno y sincero» de su Ejecutivo: con la oposición, que se ha traducido en el Acuerdo para la Recuperación Económica , firmado con PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos y Por Ávila; con el Gobierno de España, con la UE y con empresarios y sindicatos. En este punto, rechazó las críticas de la oposición parlamentaria que aseguran que está en riesgo el Diálogo Social . «Nos sentamos, debatimos , acordamos y cumplimos», aseguró, y advirtió que «no es incumplimiento que se ponga el acento en una medida», en referencia a las ayudas a los ERTE. Mañueco evitó hablar de «sombras» en el primer año de legislatura y prefirió mirar hacia el futuro y al proyecto de «modernización de la Comunidad», si bien (a preguntas de los periodistas) reconoció que la dimisión en mayo del entonces consejero de Empleo, Germán Barrios, fue «dolorosa en lo personal».

Durante su comparecencia ante los medios de comunicación, Mañueco e Igea dieron rienda suelta a los mutuos halagos : «Quiero agradecer la vicepresidente su compromiso total, su capacidad de trabajo, su energía y su apoyo personal en los momentos más duros. Me he sentido respaldado por él», dijo para concluir su primera exposición el presidente de la Junta. El sentimiento de su número dos fue semejante: «En los días más duros, todos hemos sentido la lealtad, la amistad y el apoyo de unos y otros; tengo que agradecer la excelente relación y compañerismo».

En este ambiente edulcorado, Igea, más acostumbrado a coger el menaje en las cocinas del Colegio de la Asunción, se hizo ayer con el balance concreto de los doce meses de Gobierno en común «comprometido y leal, sin intereses de partido , en el que nadie podía decir quién era consejero de Ciudadanos y quién del PP». Así, el también portavoz de la Junta repasó cada una de las consejerías para detenerse en alguna de sus actuaciones. En Sanidad, reconoció el compromiso y la capacidad de sacrificio de los profesionales sanitarios y advirtió para el futuro más inmediato que la reforma de la Atención Primaria «es improrrogable porque lo contrario sería dejación de funciones». De Empleo, además de destacar los dos grandes acuerdos del Diálogo Social , anunció una nueva línea de ayudas para la recuperación económica a partir de septiembre, cuando se retomarán los contactos con los agentes económicos y sociales. En cultura se refirió al trabajo para crear un sello de calidad para un turismo seguro que está permitiendo «excelentes resultados» y que las reservas «se hayan duplicado».

En cuanto a la Consejería de Transparencia, también bajo su mando, Igea se refirió al nuevo Código Ético , ya en vigor y al decreto de simplificación de actividades económicas. En Economía recordó los 112 millones destinados a innovación y competitividad de las empresas o las moratorias fiscales por importe de 160 millones para beneficiar a 148.000 contribuyentes y en Agricultura los 65 millones para la industria agroalimentaria . Se refirió, a continuación, a las 13.600 familias que benefician de las ayudas al alquiler y las 89.000 que pueden acceder gratuitamente a los libros de texto. Y en materia de servicios sociales, recordó el Acuerdo Marco con las entidades locales por importe de 448 millones de euros de inversión.

Igea concluyó que «la Administración es más transparente y menos clientelar» y defendió que el «cambio» se ha producido con un Gobierno «decidido y dialogante», aunque reconoció que «no todo estaba mal», si bien puntualizó que «no hemos sido perfectos ni siempre hemos estado a la altura» .