Antonio Piedra - No somos nadie

Cum laude

«Las universidades, no todas, están en la picota porque alguien se ha pasado tres pueblos»

Antonio Piedra

08/04/2018
Actualizado a las 18:36h.

Así es, si así os parece, reza la obra de Pirandello, en donde las apariencias no engañan y además dignifican. Como profesor de Bachillerato y de Universidad en Castilla y León -desde 1969 hasta hace bien poco-, he recibido estos días, a cuenta del ... máster de la señora Cifuentes , un terrible mazazo en relación con ese ejercicio profesional y con la estima social que ahora anda por los suelos. Con todos los fallos y todas las meteduras de pata en más de 40 años de docencia -nadie es perfecto, y yo jamás lo pretendí- estábamos acostumbrados a andar en zapatillas con las tres palabras básicas que aprendimos en los clásicos de nuestro Siglo de Oro: honor, honra y decoro . Qué problemón el nuestro.

Con el máster de la señora Cifuentes, todo se ha ido por la barranquilla a la velocidad de un meme. Hoy todos somos memes pegados a un WhatsApp, y nada tan fácil como esto, pues perder la dignidad en educación equivale a disparar en todas las direcciones. La cuestión es grave porque en este caso afecta por igual a profesores y a políticos. ¿Por qué ahora el humor sarcástico y compulsivo con el máster? Porque el humor es cuestión de posibilidades y en este caso se brindan todas. Así que la retranca es justísima. Catedráticos y políticos se lo llevan todo, y se lo llevan mal. Y bueno, cuando la señora Cifuentes ríe por sistema, el personal cree que está enamorada o tarumba del todo. El chiste está servido.

Las universidades, no todas, están en la picota porque alguien se ha pasado tres pueblos. Lo del máster se ha hecho viral porque los poderosos, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, quieren sacar provecho. Es como si Ronaldo , metiendo los mejores goles, quisiera además pasar los discos en rojo a 200. Pues meme al canto: «El Rector de la Rey Juan Carlos estará firmando Másteres hoy a las 20h en el Corte Inglés de Goya». Una genialidad que señala la corrupción de tócame Roque : matrícula a mogollón, incluso para chinos que no sepan español. La universidad ha entrado al trapo dando a entender que se aprueba mejor un máster que la maría de un instituto. Dislate cum laude.

La sensación de patio de Monipodio -hacer caja a cojón de mico como si fuera un café con leche- prima en las redes y en los medios tradicionales. Algo huele a podrido en la política de los másteres . El colmo de esta política educativa dispara las preguntas esenciales: ¿para qué sirve un máster?, ¿respecto a qué valoraciones se hace?, ¿qué maestrías se adquieren? El caso Cifuentes no sólo cuestiona la dignificación del sistema como tal, sino que bloquea las respuestas. Se necesita un vuelco radical : que en los futuros maestros desaparezca la trapacería, el engaño, el oportunismo y las apariencias. La guinda de Cifuentes parece que la ha puesto ahí el diablo y que ella ha aceptado gustosa ir al infierno y comérsela. Y en este pacto va su condena.