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Julio Iglesias se despide de su gira con un accidentado concierto

Una tormenta inesperada provocó problemas de sonido que retrasaron un espectáculo al que asistieron la infanta Elena, Esperanza Aguirre y varios familiares de Jesulín de Ubrique

Julio Iglesias se despide de su gira con un accidentado concierto m. martin

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Si hay concierto es por mí”, afirmó uno de los ingenieros de sonido responsables de que el espectáculo saliera adelante. Y así fue, pues minutos después de sus pruebas de sonido se apagaron las luces y comenzó a sonar la música. Eran las 23.50 horas y arrancaba, con casi dos horas y media de retraso, el concierto en Ávila con el que Julio Iglesias finalizó su gira de verano por España.

Estaba previsto que las puertas se abrieran a las 20 horas y que el concierto, en el que se congregaron cerca de 7.000 espectadores, diera comienzo a las 21.30 horas, sin embargo, un chaparrón de verano estropeó todos los planes e hizo pensar a la organización, incluso, en suspender el espectáculo.

Los espectadores, que aún no habían entrado en el Estadio Adolfo Suárez, de la capital abulense, se resguardaron de la lluvia en la colindante Cubierta Multiusos y, finalmente, a las 21.30 horas, se abrieron las puertas para que el público entrara a ocupar sillas y gradas. La espera, sin embargo, no había acabado ahí, pues la lluvia causó problemas en los equipos de sonido, según la explicación que, tras pitidos, abucheos y gritos de “fuera, fuera”, del público, dieron desde la organización hacia las 23.15 horas.

El público de las gradas se convirtió entonces en protagonista de un concierto que parecía no iba a empezar nunca. La ola seguida por los espectadores, los cotilleos de los famosos que habían acudido a ver el concierto y entre quienes se encontraba la infanta Elena, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, o Adolfo Suárez Illana, y alguna que otra cara conocida, como el músico José Miguel Fernández Sastrón, la presentadora Yvonne Reyes, familiares del torero Jesulín de Ubrique como su hermano Víctor Janeiro, acompañado por su novia, Beatriz Trapote, además de su hermana, Carmen Janeiro, o su madre, Carmen Bazán, entre otros, intentaron hacer más breve una espera que se hizo eterna y que estuvo acompañada por canciones entonadas desde las gradas como ‘Clavelitos’, ‘Como una ola’, ‘Hola don Pepito, hola don José’ o ‘Escándalo’, junto con gritos como “manos arriba, esto es un atraco” y constantes abucheos.

Truhán y señor

“Hace 35 años, en Arenas de San Pedro, el concierto empezó dos horas tarde, por causas técnicas. Es la segunda vez en mi vida que pasa esto y, de nuevo, en Ávila”, se disculpó, nada más aparecer en el escenario y tras entonar ‘Quijote’, Julio Iglesias, enfundado en un traje de chaqueta oscuro y camisa blanca.

El concierto con el que el artista que ha vendido más de 300 millones de copias de sus 79 discos y se ha convertido en el cantante que ha interpretado sus canciones en más idiomas se prolongó durante cerca de dos horas, en las que no faltaron algunos de sus temas más conocidos, que fueron fríamente acogidos por el público en el inicio de la actuación.

“Lo importante es que estoy en mi país” y “ahora estoy feliz” fueron algunos de los comentarios realizados por el artista afincado en Miami (Estados Unidos), quien mostró su agradecimiento a los presentes “por esperarnos, por querernos y por aguantarnos tantos años”.

‘Ni te tengo ni te olvido’, ‘Nathalie’ y ‘La gota fría’ fueron las canciones que sonaron a continuación y tras las que Julio Iglesias confesó, entre abucheos del público: “Si ustedes supieran lo mal que lo he pasado estas dos horas…”

Insistió, entonces, el artista, en afirmar que, “esta noche, les prometo que van a decir este sinvergüenza de Julio nos ha hecho esperar dos horas, pero ha merecida la pena”, y en su objetivo le ayudó la pareja de bailarines que, hasta en tres ocasiones, le acompañó sobre el escenario para interpretar algunos tangos como ‘A media luz’.

“Que allá en el otro mundo, en vez de infierno encuentres gloria…” acompañó el público al cantante en su siguiente tema, así como en ‘Un canto a Galicia’, que sonó después, aunque el enfado volvió a las gradas, en las que comenzaron a gritar “tongo, tongo”, cuando se abrieron las puertas del estadio y se dejó entrar al público que esperaba fuera, pero también porque los problemas de sonido continuaban y, en las alturas, apenas se oían las canciones.

Palabras de nostalgia

Solventados los problemas técnicos, mientras Julio Iglesias repasaba la historia de su familia –“mi padre nació en Galicia y mi madre, en Huelva”, recordaba-, sonó ‘Me olvidé de vivir’, tema tras el que el cantante se dirigió a los presentes de las primeras filas.

“Un abrazo muy fuerte a nuestro querido rey y su familia”, afirmó, añadiendo otro saludo a “mi Esperanza bella”, refiriéndose a la presidenta de la Comunidad de Madrid, a la que halagó afirmando de ella que “has crecido bonita en los últimos años” y “eres una gran política”.

También el artista tuvo palabras de “nostalgia” para “un presidente tan maravilloso”, recordando al abulense Adolfo Suárez, en presencia de su hijo, y añadió que su intención era “no olvidar lo que estoy viviendo estos últimos meses”, pues “España es un país absolutamente moderno, con infraestructuras impensables”, añadió, no sin ser de nuevo abucheado y recibidas sus palabras con silbidos.

Recordó a los jóvenes, pero también a “nuestros abuelos” con canciones como ‘Manuela’, ‘De niña a mujer’, ‘El amor’ o ‘La carretera’, tema en el que le acompañó, a la armónica, Tony, quien lleva 40 años sobre el escenario con el artista.

Y entonces llegaron ‘Mammy blue’ y ‘Abrázame’, entre un gran “oh” del público que aplaudió por primera vez con entusiasmo no sólo estas canciones sino también ‘Hey’ y la dedicada a ‘Carusso’, así como otras que vinieron después como ‘Me va’, que llegó a sonar hasta por tres veces durante el concierto.

“Gracias, Ávila”, afirmó entonces el cantante, antes de versionar ‘Crazy’, ‘You’re always on my mind’ o ‘Agua dulce, agua salá’, así como ‘Only fools rush in’, que fueron recibidas por el público entre aplausos a los que Julio Iglesias respondió con un “gracias Ávila, gracias por esta noche, gracias alteza, gracias”.

De nuevo sonó sobre el escenario la melodía de ‘Me va’ y el cantante se animó a ponerse de bufanda una bandera de España, antes de recordar que con la primera canción que escribió en su vida se alzó ganador en el Festival de Benidorm del año 1968, ‘La vida sigue igual’.

‘Soy un truhán, soy un señor’ y ‘Échame a mí la culpa’ fueron coreadas por el público, al que el artista agradeció de nuevo su presencia y el “haberme aguantado tantos años”, para despedirse con ‘Vuela alto’ y un “hasta siempre” que, a las 01.46 minutos de la madrugada, dio por concluido el concierto con el que Julio Iglesias cerró una gira veraniega por España que le ha llevado, además de a Ávila, en respuesta a las votaciones recibidas en una página web creada por dos hermanos abulenses, a las localidades de Aranjuez (Madrid), Cap Roig (Gerona) o Lucena (Córdoba), como recordaron algunas pancartas que pudieron verse entre el público y en las que podía leerse ‘Julio, España te quiere. Hijo adoptivo de Málaga’, ‘Julio, Ávila, apasionada contigo–Concierto de la pasión’ o ‘Julio, Lucena brilla más contigo–Concierto de amor’.

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