Jesús Manuel Sánchez Cabrera: «No vamos a consentir que PP y PSOE se rían más de los abulenses»

Hace unos días pedía usted en un acto «unidad de acción para cambiar la ciudad y seguir avanzando» ¿Es que no existe esa unión que reclama?

Algo muy importante que necesita Ávila y Castilla y León es que dejemos a un lado los intereses partidistas.

¿Y eso no se da en su ciudad?

Es una pena, pero no. Desde el minuto uno, ofrecí a todos los concejales que formáramos parte de un único equipo de gobierno. Habría sido un ejemplo de cómo trabajar conjuntamente, pero tanto el Grupo Popular como el Socialista declinaron la invitación. Es muy fácil hacer oposición y criticar y no trabajar para poder sacar adelante a esta ciudad, pero creo que se equivocan. La sociedad ha cambiado y lo que demanda es unidad.

Decía también que «tenemos que cuidar y mimar lo mejor de lo nuestro» para no depender tanto de otros o del exterior...

Tenemos una provincia muy variada y cuyo eje es la capital, que presta servicio a los 160.000 abulenses. Hay cosas que no tenemos, pero hay que apostar por lo nuestro y consumir lo de aquí.

No es la ciudad más industrial de Castilla y León, pero usted parece confiar en que con la ampliación del polígono de Vicolozano llegarán más empresas. ¿Deseo o realidad?

Es una realidad. Estamos sumidos en un plan territorial de fomento con el trabajo conjunto de la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento que nos va a permitir tener más suelo industrial dotado para que las empresas se puedan asentar y generar, así más oportunidades de empleo para los abulenses, especialmente para los jóvenes. Este plan sí es una muestra de que cuando las administraciones trabajan conjuntamente es la sociedad la que se beneficia.

¿Qué cree que ha aportado usted como alcalde a la ciudad?

Soy el alcalde de todos los abulenses Eso es un cambio. Escucho a todo el mundo. Hasta ahora había un sectarismo que ya ha terminado. Nunca he preguntado a nadie a quién ha votado y antes sí pasaba.

¿La solución al problema del abastecimiento del agua es lo más importante que ha ocurrido estos últimos años en Ávila?

Llegamos en la peor sequía de los últimos 40 años y estábamos a punto de quedarnos sin abastecimiento. Tuvimos que tomar decisiones urgentes y duras y conseguimos salvar esa situación.

¿Repetirá usted como candidato el próximo año?

Tengo la misma ilusión que el primer día. No hay nada que me llene más que seguir trabajando por mis convecinos. Me pondré a disposición de mis compañeros de partido para poder continuar al menos cuatro años más si lo deciden ellos.

Se entiende que bajo las siglas de Por Ávila.

Así es. La ciudad y la provincia se han visto abandonadas por la Junta y por el Estado en estos años de democracia. Por eso irrumpimos y por eso nos están apoyando. Nuestra candidatura en las Autonómicas cosechó el 17 por ciento de los votos de la provincia y eso demuestra el hartazgo de la ciudadanía por no ser iguales que otras provincias. No vamos a consentir que ni el PP ni el PSOE se rían más de los abulenses.

¿Preguntarle por su vuelta al PP es entonces innecesario?

No me lo planteo ni a corto ni a medio plazo. Al largo no sé que va a pasar, ni cómo va a evolucionar el Partido Popular, ni cómo voy a hacer yo las cosas.

¿Pero si habrá habido gente de su partido que haya vuelto a su ‘casa’ original?

Más bien al contrario. Hay gente del PP que quiere venirse con nosotros.

Están crecidos.

Estamos creciendo. Aspiramos a tener candidaturas para las Municipales de 2023 en muchas más localidades de la provincia que en las de 2019 y vamos a sumar un número importante de concejales y alcaldes. Es evidente que el cambio en la Diputación está cerca y es muy posible que el PP la pierda.

¿Pactando ustedes con el PSOE?

Veremos. Hay nuevos actores políticos también en liza.

¿Qué pensaba usted, cuando era un cargo del PP, de los partidos provincialistas como el suyo actual?

Lo que me preguntaba es qué estábamos haciendo mal para que surgieran.

¿Pero los criticaría en su momento?

Por la educación que me dieron mis padres y mi formación universitaria en Ciencias Políticas pienso que el respeto está en que cada uno haga lo que considere oportuno.

Imagínese que el éxito de los partidos provincialistas se generaliza en toda España. El país sería ingobernable.

Que haya partidos localistas, provincialistas o regionalistas es bueno para el electorado y creo que sería más fácil ponernos de acuerdos entre aquellos que defienden los intereses de sus provincias que con los que defienden los de un partido político. Las decisiones de Vox, del PP o del PSOE en Castilla y León se toman en Madrid, en las sedes centrales de sus partidos. Sin embargo, las nuestras las toma la gente de Ávila.

Suena hasta bonito, pero hay que gobernar. Imagine que, como en Francia, en España hay una segunda vuelta y tiene que elegir entre sus ex del PP y el PSOE.

¿Segunda vuelta en España? ¿PP o PSOE? A ninguno.

¿Así de claro?

La abstención es una opción y evidencia el descontento.

¿Usted preferiría que gobernara el PSOE en Castilla y León?

Siempre decimos lo mismo. Es que depende de lo que se pacte. ¿Qué hay para Ávila? ¿Qué ponen encima de la mesa? Es que somos una de las provincias más afectadas por la despoblación y una en la que menos posibilidad tienen los jóvenes para quedarse. Es que no tenemos unas comunicaciones adecuadas con provincias limítrofes como Madrid o Toledo. Ávila no cuenta con un solo túnel en carreteras cuando nos atraviesa una cordillera. Si es que la línea ferroviaria de conexión con Madrid es la del siglo XIX y los trenes tardan 45 minutos más que hace veinte años. Para ser competitivos, necesitamos liberarnos del peaje. Ya se nos apartó de la alta velocidad cuando se pudo apostar por hacerlo en el eje de la A-6 con una parada en Villacastín y una buena lanzadera desde Ávila y Segovia. Era lo más lógico. Ahora ellos tienen el problema de que muchos trenes no paran porque no hay viajeros. Es imposible. Demasiado aguante tenemos los abulenses.

Pero también se quejan otras provincias...

Pues algo se estará haciendo mal. Castilla y León es una región formada por nueve provincias: eso si lo sé, Maroto, no. De ellas, hay una central y el resto son periféricas. Hay unas que lo tienen más fácil que otras y se ha abusado del centralismo por parte del Gobierno regional.

¿El centralismo es apoyar sólo a Valladolid?

Si tomamos como referencia los indicadores, el 75 o el 80 por ciento de la industria de Castilla y León está en Valladolid, Burgos y León.

Mete usted a León entre las privilegiadas y acaban de manifestarse para clamar por su futuro.

Es verdad que tienen su situación particular en el Bierzo y en la Montaña y carencias como las que tenemos probablemente muchos municipios de esta provincia.

Usted no ha sido tan crítico como otras formaciones con la llegada de Vox a la Junta de Castilla y León.

Hay que darles la oportunidad que todo el mundo requiere. Máximo respeto a un partido que cumple con todos los requisitos y que ha recibido el apoyo de muchos castellano y leoneses. Ahora tienen una situación difícil porque una cosa es predicar y otra dar trigo. Tiene que demostrar si saben gestionar las consejerías que le han correspondido en este gobierno.

¿Durará cuatro años la legislatura autonómica?

(Se lo piensa mucho)... Tengo mi opinión ahí. Todo va a depender de si Alberto Núñez Feijóo cuenta con Alfonso Fernández Mañueco. El PP ha demostrado que juega con las convocatorias electorales en función de sus intereses como se ha visto estos días también en Andalucía. El hecho de que no haya nadie de la confianza de Mañueco en el Comité de Dirección del partido a nivel nacional me hace creer que Feijóo esté pensando en cambiar de líder en el PP de Castilla y León. Eso sería un factor determinante.