Suscribete a
ABC Premium

Ignacio Miranda - Por mi vereda

El nuevo coche oficial

Francisco Guarido, alcalde de Zamora EFE

IGNACIO MIRANDA

Lo peor del confinamiento es que ya se asume como costumbre. Que el arresto domiciliario genere hábito. Que la herida se haga callo. Primero vemos el parte del doctor Simón, eminente epidemiólogo de voz atiplada que todavía no sabe de dónde salen centenares de muertos ... ni a qué se dedican los veterinarios. Luego, en versión autónomica, con imagen impoluta comparece la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que tan pronto trasmite la confianza de médico solvente como se pierde en un mar de dudas. Su discurso de mediodía suena a moralina, y no de Sayago. Posee un aire de ángelus tardío, claramente, porque el virus se hace carne y acampa entre nosotros.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia