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Guillermo Garabito - La sombra de mis pasos

Por si no llego a viejo

«Nadie escribe de la Navidad de los viejos, de esos brillos que muchos ya olvidan porque no salen de las residencias»

Plaza Maryor de Valladolid, durante el encendido de la iluminación navideña ICAL

Algo se muere en el alma estos días de diciembre. El alma no puede abrigarse, no se le puede poner gorro y una bufanda o calentarlo con el mismo vaho que empaña los cristales. La ciudad es aún más grande cuando le ponen las luces ... de Navidad. Es una especie de Nueva York, de Madrid, de capital europea donde son cada vez menos las personas a las que podemos aferrarnos. Y el frío lo invade todo. Dónde queda la Navidad tranquila de la infancia. Pero uno debe seguir escribiendo como si nada. Sube el precio de las ideas más rápido que el de los percebes, pero yo sigo escribiendo una columna y otra y después otra; orfebrería de buñuelos. Es más elegante un buñuelo que la teoría del chorizo de César, no vaya a comparar usted.

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