El Fuero de León ‘toma’ las Cortes

Erase una vez hace mil años un reino heredado por un rey adolescente. La sociedad leonesa de entonces estaba descolocada por las luchas de poder entre musulmanes y cristianos, así que el monarca Alfonso V decidió promulgar el Fuero de León, un conjunto de normas para repoblar el lugar. Hoy estos 48 preceptos -20 aplicables en todo el reino y 28 en exclusiva para la ciudad- se preservan como «modelo de convivencia» al que rendir recuerdo y homenaje, según subrayó ayer el presidente de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes. El máximo representante de la Cámara, varios expertos vinculados a una nueva edición del texto y una completa lista de representantes de la sociedad civil leonesa leyeron los epígrafes medievales en un acto de exaltación de este documento histórico.

No en vano, con él había nacido el primer texto legal para un reino completo, que influiría en comarcas y reinos vecinos. Sentó las bases del parlamentarismo en la Península y dejó un reflejo de las costumbres del siglo. Si se asoma uno a sus páginas, uno de los artículos prohíbe llevar armas al mercado. Otro, exime a las mujeres de hornear pan para el rey, pudiéndolo vender libremente. Recoge las instrucciones para juzgar a ladrones y asesinos, pero también lo fundamental de las relaciones entre un propietario y su arrendador.

«Nuestra cultura está en las palabras», anotó el vicerrector de la Universidad de León, José Luis Chamosa, que ya antes de la lectura recordó la «identidad y herencia compartida» que regalan las líneas del fuero. Por su parte, Fuentes valoró que éste «cimenta la complejidad que nos caracteriza como pueblo» y quiso reafirmar el compromiso de las Cortes con la historia de todo el territorio de la Comunidad. El acto también incluyó una breve pieza teatral, interpretada por Mujeres Creadoras de León.

El fuero se escribió en 1017 y para tan señalado aniversario-año arriba, año abajo-, la Universidad de León (ULE) quiso fijarse un ambicioso reto: «Queríamos hacer un libro como los de hace mil años», explicó el coordinador de la reedición del Fuero de León, Vicente Carvajal. Con ayuda de las aportaciones de los profesores Fernando de Arvizu y José Ramón Morala, introdujo el «soberbio» trabajo de todo un grupo de académicos y del maestro artesano al frente del proyecto material, Antonio Suárez. Porque los 504 ejemplares que se repartirán la Junta, la Diputación de León, su Ayuntamiento y las librerías vienen coronados por uno «sobresaliente» y de gran tamaño en latín, romance (astur-leonés) y castellano, que se presentó como una joya engarzada en caja de nogal macizo. Caligrafiado a mano en minúsculas visigóticas y otras virguerías de la época, recoge refinadas palabras en latín o arabismos como ‘alfoz’ en una fiel imitación de la versión original.