Fernández imita a Iglesias y busca un bloque de izquierdas para desbancar al PP

«Queremos liderar ese proceso de cambio» , subrayó Pablo Fernández, quien la próxima semana ya tiene cita con los sindicatos CC.OO. y UGT para entablar las primeras conversaciones en este sentido. Además, en el terreno político busca el entendimiento con otras fuerzas de izquierdas como IU, con quien dijo haber «hablado informalmente», y con el PSOE, con quien confió en que «después de las conversaciones» extraoficiales mantenidas hay «voluntad por las dos partes» de «poder sentarnos y poner en común». Ayer el PSOE eludió pronunciarse sobre la propuesta. Lo cierto es que las relaciones entre los líderes regionales de ambos partidos, Pablo Fernández y Luis Tudanca , no atraviesan su mejor momento y las tiranteces e incluso rivalidad son más que evidentes.

Intentando allanar el terreno en este sentido, el dirigente de la formación morada, tras incidir en varias ocasiones en su intención de «liderar» lo que calificó como «proceso de cambio» , señaló que su voluntad es «abrirlo y liderarlo sin querer capitalizar nada» y «sin buscar ningún tipo de rédito».

La forma en la que cuaje esta iniciativa no está definida ni siquiera tiene claro que pueda ahormarse algo. «Quizá pueda cristalizar en una alianza» , pero «ni mucho menos» ése es el fin último, señaló. Lo que busca es dar forma a una «mayoría heterogénea» con «un objetivo común» y «primordial», como es «desalojar» al PP del Gobierno de Castilla y León. Y es que para alcanzar esa meta concreta ya fijada, Pablo Fernández reconoció ayer que es «complicado» que un solo partido pueda conseguirlo tras casi treinta años de mandato popular en la Comunidad. Por eso, abogó por «trenzar lazos y alianzas».

«Queremos ser quienes lideremos, pero tenemos que dialogar con todo el mundo» , señaló el líder regional de la formación morada, con diez procuradores en las Cortes autonómicas frente a los 25 del PSOE y los 42 del PP. Por eso, abogó por «limar asperezas con otros grupos». «Hay que hablar mucho», recalcó, para «ir sedimentando, sentando las bases» de ese «espacio de cambio», pues asumió que esa labor «llevará muchos meses».

«No queremos capitalizar nada», matizó, sino propiciar la «construcción de espacios» y, de ahí, «devendrá lo que queremos que salga». El dirigente de Podemos asumió que en esa tarea que quiere emprender debe haber «mucha altura de miras» y «ser muy generosos», con «reuniones periódicas» y «programáticas» y un diálogo «fluido, normalizado y permanente» para que pueda fructificar su objetivo. Y es que Pablo Fernández reconoció que, para ello, primero se tiene que dejar atrás el «clima de rivalidad» entre los partidos de la oposición que reconoció existe y «limar asperezas», para centrarse en el «objetivo común» que se «cambiar» Castilla y León y «desalojar» al PP. Asumió que sus pretensiones van a «requerir» de un periodo «importante de diálogo y negociación» y reconoció «no tiene por qué cristalizar en una alianza electoral».

Aunque en un principio no incluyó en la lista de contactos a Ciudadanos, Pablo Fernández señaló que «es buena hablar con todo el mundo» y por ello también lo intentará con la formación naranja, consciente de que «ideológicamente estamos en las antípodas». El secretario autonómico de Podemos instó a Cs a que «se desmarquen». «Sus votantes creo que así se lo piden», afirmó Fernández, quien aseguró que «el día» en el que los de Albert Rivera se den cuenta de que «pueden matar a papa» y «pueden salir de las faldas del PP» quizá «podamos llegar a un acuerdo».

¿Y por qué ahora este paso? El Debate sobre el Estado de la Comunidad celebrado esta semana ha supuesto el «punto de inflexión claro» para pasar a la acción. Fernández criticó que se vio una «absoluta carencia de capacidad propositiva» del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera . Además, justificó su iniciativa de buscar esos «espacios progresistas de cambio» en que es «nuestra obligación» el «construir y buscar alternativas» ante un PP que «está manchando el nombre de Castilla y León».

Muy crítico con el jefe del Ejecutivo autonómico, aseguró incluso que Herrera «ya es pasado y creo que no pinta nada ni en su partido ni en Castilla y León». «Está solo» y «creo que cada vez más aislado».