Estrategias

Un simple vistazo a las encuestas que se van conociendo nos muestra un horizonte político muy abierto, no sólo porque se hable de ajustados resultados, sino porque se reconoce mucho indeciso hasta el último momento. El hecho de que primero haya unas generales e inmediatamente después autonómicas y municipales hace que la proyección de estas últimas sea más difícil porque será notable la influenciada de los resultados nacionales.

De hecho la campaña autonómica ya está marcada por el viento nacional. En el PP, Alfonso Fernández Mañueco sigue su propia hoja de ruta con acciones públicas que llevan un estilo y mensaje propio, el de un nuevo candidato del PP que es consciente de que tiene que darse a conocer. El PP sabe lo trascendente del trabajo aquí porque el enjuague de las listas que Madrid ha eleborado, ninguneando a la organizaciones provinciales, en nada colabora al buen ánimo de los militantes.

En el Partido Socialista se sientan a esperar. Campaña de perfil muy bajo, tratando de rentabilizar los buenos vientos que traen las encuestas a favor de Pedro Sánchez y procurando no entrar en polémicas que den a la formación un tono aspero o bronco. Conservadores a ultranza.

Ciudadanos capea como puede el temporal del presunto pucherazo, con la incomprensible reacción de los líderes nacionales, empeñados en echar tierra al asunto como si pudiera olvidarse así como así. Si es cierto que el partido amenaza a quien quiera investigar, lo que estará haciendo Ciudadanos es echarse tierra sobre si mismo y puede que rebajar las que muchos creen que son limitadas expectativas.

La falta de acuerdo entre Podemos e Izquierda Unida cercena en la región todavía más sus bajas expectativas y Vox se limita a esperar y a ver crecer su suflé al amparo de los movimientos en Madrid y sin dejarse ver, porque nada hay más rentable que todos te hagan la campaña.