Las editoriales garantizan que los libros estarán listos para septiembre
Pese al retraso en la publicación de los currículos, trabajan a contrarreloj para adaptar los textos a los requisitos específicos de Castilla y León
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Iniciar sesiónA contrarreloj llevan trabajando desde hace varios meses las editoriales de libros de texto para que el material pueda llegar a tiempo a alumnos y profesores en los primeros días de septiembre, cuando vuelvan a pisar las aulas tras las vacaciones. Y es ... que este año los plazos han sido «muy ajustados» , reconocen, como consecuencia de que los currículos que plasman en documentos la nueva Ley de Educación (Lomloe) se han publicado con más retraso del que se esperaba por parte del Ministerio de Educación –el pasado mes de abril– y, como consecuencia, las autonomías que han decidido complementar el 40 por ciento que les permite la ley para sus territorios, también han elaborado sus textos más tarde.
En el caso de Castilla y León, se conocieron a finales del mes de mayo y a partir de ahí las editoriales podrían ir recogiendo en sus manuales los requisitos planteados por la autonomía. Y eso es precisamente lo que se está haciendo en estos momentos, teniendo en cuenta que por ahora hay solo borradores, ya que estos documentos deben pasar por su correspondiente trámite –tienen que plasmarse en un decreto– y no podrán ser definitivos, como mínimo, hasta el final del verano, según detalló la consejera de Educación, Rocío Lucas, quien en reiteradas ocasiones solicitó que los nuevos currículos no entrasen en vigor en el ciclo académico 2022-2023 porque han «llegado tarde» y eso suponía un problema para poder aplicarlos con tan poco tiempo.
No obstante, editoriales como Santillana indican que el material estará preparado y, de hecho, «ya se está fabricando» , apunta también el director de Servicios y Productos de SM, Jorge Lite. A partir de Semana Santa, las empresas del sector trasladaron sus muestras a los colegios. «Hace dos años que empezamos a elaborar los libros de la Lomloe con lo que se ha ido publicando», explica, y esos prototipos se van ajustando poco a poco. Son los propios centros los que analizan esas pruebas y deciden con qué libros se quedan. En la Comunidad, los colegios e institutos debían decidir antes del 8 de junio.
Una vez que se publiquen los currículos definitivos de Castilla y León se verá si hay que realizar cambios en los materiales, que se harían en forma de adendas o en los contenidos digitales, expresa Lite. Y eso será en los textos de los cursos impares, que son en los que entran en funcionamiento los nuevos materiales adaptados a la Lomloe. Es decir, que quedan por el momento al margen en los libros asuntos polémicos como el estudio cronológico de la Historia en 2º de Bachillerato o la Filosofía de 4º de la ESO.
Este año el trabajo ha sido «más complejo» que en otras ocasiones por los plazos, pero estarán listos de cara a comienzos de septiembre. Desde Edelvives garantizan el inicio de curso desde «la más absoluta normalidad» cumpliendo con su objetivo de «estar al lado del profesorado para que pueda comenzar a dar sus clases bajo la nueva Ley», manifiesta su directora de Creación Editorial, Rosa Luengo.
Cómo se hacen
Todo pese a que la situación es «irregular» -por los diferentes estados en los que se encuentran los currículos en las autonomías y a que hay escasez de determinadas materias primas, indica, antes de señalar que el proceso de elaboración de un libro requiere un tiempo –estructurar los contenidos para que tengan «una secuencia lógica»– que dedica un equipo nutrido por varias personas. En concreto, los redactores, que son profesionales con formación académica en la materia, además de docentes que «siempre están». Más tarde es otro profesor el que «revisa que el contenido está explicado, que es comprensible, si la redacción es adecuada para la edad,...». A eso se añaden las revisiones técnicas sobre el material y también las gramaticales para evitar errores ortográficos. Pero, además, se sumará otra revisión más y será la que haga la Junta, que ya ha anunciado que pondrá en marcha un plan de inspección para «vigilar» que los libros de texto se ajustan a lo marcado en el currículo desarrollado por Castilla y León de acuerdo a ese 40 por ciento que le permite la ley.
Este proceso deberá hacerse una vez que los libros lleguen a los centros y no antes, matizó la consejera de Educación al realizar el anuncio. Una supervisión que no es nueva –Madrid también lo hará este año–, apuntan desde las editoriales, ya que autonomías como Andalucía lo realizan desde hace tiempo.
Hay materias en las que tradicionalmente hay más diferencias entre las regiones como son Geografía e Historia tanto en Primaria como en Secundaria. Lo que hace Castilla y León en este caso, según el representante de SM, Jorge Lite, es hacer los enunciados del Ministerio más específicos y que sus estudiantes conozcan más a fondo su territorio. Así, por ejemplo, en los primeros cursos de Secundaria incluye el estudio de Atapuerca, el patrimonio histórico, los rasgos distintivos de su gastronomía o las fuentes de energía que se utilizan en la región. Además, Castilla y León plasma en su currículo lo que se debe incorporar curso por curso, algo que ajusta mucho la labor de las editoriales y que en otros lugares no ocurre.
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