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CORONAVIRUS

Diario de una periodista confinada (día 20): Viernes de Dolores (literal)

«Duelen, y mucho, los muertos, el sufrimiento de los enfermos, la soledad de nuestros mayores y los abrazos que no nos damos»

Bajada de la Virgen de las Angustias desde su camarín ABC

Hoy es Viernes de Dolores. «Sensu stricto. Los escolares comienzan sus vacaciones y hasta yo tengo una semana por delante para…No puedo evitar pensar en todo lo que hubiera hecho los próximos siete días porque, todos los años, uns jornada como hoy empieza la semana grande para los que vivimos en la calle y en los templos la Pasión de Cristo. Este año no será posible. Siguen en el armario los hábitos de la cofradía. No nos hemos molestado ni en probarlos, que con los chicos ya se sabe que siempre hay que hacer algún ajuste. Hoy, no bajaremos a la Virgen de las Angustias de su camarín, un acto solmene que anuncia su salida por las calles de Valladolid. Tampoco descenderá el Nazareno . No acudiremos al besapié al Vera Cruz , ni acompañaremos a la Virgen Dolorosa por el populoso barrio de las Delicias. Nada de esto será posible. Deberemos conformarnos con las emisiones de youtube, en el mejor de los casos. Me temo que nos vamos a pasar toda la semana narrando lo que podía haber sido y no es.

Pero sí, es Viernes de Dolores porque duelen, y mucho, los muertos, el sufrimiento de los enfermos, la soledad de nuestros mayores, los abrazos que no nos damos, las conversaciones a distancia, los trabajadores que irremediablemente van al paro, las empresas que cesan en su actividad…Es una proeza mantener el ánimo en un nivel aceptable. Siempre se puede recurrir a los recuerdos, cercanos, aunque parezca que han pasado años, incluso siglos. Lo bueno es que ahora, hasta la rutina se ha convertido en deseo y echamos de menos la normalidad. Me comenta un amigo lo que añora el «servicio de taxi» en el que nos habíamos convertido para llevar casi a diario a su hijo y al mío a entrenar. Esas conversaciones a media voz de dos adolescentes que, desde el asiendo del conductor, intentas interpretar para llegar a la conclusión que su mundo es un gran balón de fútbol en el que las chicas (como no podía ser de otra forma) juegan un papel importante. ¡Qué tiempos aquellos! Volverán, vaya que volverán

Miro por la ventana y veo un día espléndido. ¡Resistiré! Y me lanzo al móvil para confirmar que mantenemos intacto el ingenio y el buen humor . ¡Confirmado! «Sabina nos lo advirtió: Ya llevamos 19 días, nos quedan 500 noches». Algo menos, espero.

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