Cuentos que rezuman amor por la literatura

¿Era su intención desde el principio? «En realidad cuando me puse a escribir estos cuentos no lo sabía exactamente, pero según fui avanzando ví que esa declaración de amor hacia las letras era una de sus líneas de fuerza», señala el autor sobre su segundo libro de relatos. No todos los mencionados son sus «autores de cabecera», algunos sí, como John Cheever, «uno de mis faros literarios», señala Monedero, profesor también de talleres de narrativa, para quien este libro quiere ser «un pequeño homenaje a los escritores de cuentos, que nunca está de más que sigan siendo reivindicados».

Y con ese homenaje de fondo, va tejiendo en esos cinco relatos, planteados con una «cierta armonía», como si fuesen parte de «una composición musical», historias de amor y desamor: «Creo que los personajes son más interesantes en momentos intensos, en los que se enfrentan a ciertos abismos y se hacen preguntas filosóficas, existenciales». Explica también que le gusta «jugar con narradores poco fiables» porque cree que eso da un cierto «juego» que atrapa al lector.

Monedero, que ha trabajado en series españolas de éxito como «Aída»o «Siete vidas» y es guionista también de películas como «Perdiendo el Este» -tiene otra a punto de comenzar a rodar-, confiesa que como Hope, una de las protagonistas de «Volar a casa», sigue buscando el cuento perfecto, «ese cuento definitivo que lo cuente todo», aunque cree que nunca lo encontrará y por eso «sigo escribiendo».

Enfrentarse a un guión y a un libro de relatos nada tiene que ver, pero «aunque el guión es mi oficio y la literatura su pasión» le gusta «trasladarlo» y «vivir la literatura con la seriedad de un oficio y el guión con la pasión del espectador que era cuando comencé a escribir», señala el autor, que firmará este viernes 13 de noviembre ejemplares de su obra en la librería Oletum de Valladolid.

Antes de probar en el mundo del relato, cultivó con acierto la literatura infantil y juvenil, en la que tiene publicados más de quince títulos. ¿Y la inquietante realidad que vivimos como consecuencia de la pandemia le daría para uno de sus guiones?, le preguntamos. «Cuando la realidad sobrepasa la ficción como nos ocurre ahora de alguna manera, la ficción enmudece un poco para explicarla. Hace falta un poco de tiempo y de distancia...», considera, aunque defiende también que siempre «la ficción, el arte, es necesario para explicar el mundo que nos rodea y explicarnos a nosotros mismos».