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Las cuencas mineras se unen al plan de empleo para mujeres vulnerables

Treinta personas de estos territorios participan ya en el programa de inserción laboral

Alicia García, junto al presidente de la Fundación Santa María La Real y la directora general de la Mujer F. HERAS

M. ANTOLÍN

Las mujeres desempleadas de las cuencas mineras pueden participar desde este año en el programa Empleo-Mujer, un plan que arrancó en 2016 con el objetivo de que personas especialmente vulnerables o en riesgo de exclusión puedan contar con las herramientas necesarias para encontrar un e mpleo o reengancharse al mercado laboral y recuperar así su autonomía. La incorporación de estas zonas de la Comunidad, que atraviesan serias dificultades en los últimos años, es una de las novedades incorporadas en 2018. De hecho, ya son 31 las féminas procedentes de estos territorios que participan en una iniciativa que ha cosechado «buenos resultados» y que, por ello, se extenderá otros cuatro años más.

Se trata de un «proyecto de innovación social» que la Junta de Castilla y León puso en marcha de la mano de la Fundación Santa María La Real, explicó ayer la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, durante la presentación del balance de los dos años de funcionamiento. Junto a la atención personalizada para que cada beneficiaria pueda conocer sus capacidades y dar el salto al mercado laboral, trabajan en este plan una red de empresas colaboradoras, que han pasado de un centenar a 320.

Emprendedoras

En los dos años que se ha desarrollado han participado 376 mujeres y se han logrado 132 contrataciones, de las que 85 fueron para víctimas de violencia de género En lo que va de 2018, 162 personas han participado en una primera fase. De ellas, 87 son víctimas de violencia de género; 31 desempleadas de las cuencas mineras; 16, mujeres con discapacidad; 7, de minorías étnicas y 46 perceptoras de la Renta Garantizada de Ciudadanía.

Otra de las novedades de este año es que para todas las beneficiarias que tengan in terés por emprender se ofrecerá un servicio personalizado. Además, la entidad Feafes se ha sumado como empresa colaboradora para que las mujeres participantes puedan trabajar como cuidadoras de personas con enfermedad mental.

Laura Campo atraviesa una situación complicada y decidió sumarse al programa. «Tenía dos opciones: hundirme o salir a flote. Opté por la segunda», explicó antes de asegurar que quiere trabajar en los objetivos que se ha marcado y poder recuperar la autonomía.

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