Conrado Íscar: «Nunca jamás sería presidente del PP con las manos atadas»

-Vaya semanita ¿no?

-Bueno, es una semana más. Los que tenemos responsabilidades públicas, y más en esta situación, estamos acostumbrados. Muchas veces las cosas se van alargando y las hacemos más complicadas de lo que son. Al final, el congreso se va a celebrar y el «pero» que pongo es que, desgraciadamente, el presidente actual, Jesús Julio Carnero, no puede estar con nosotros.

-Cuente su versión de los hechos

-El Congreso se convocó para celebrarlo el 6 de marzo pero Jesús Julio Carnero tenía una situación de salud complicada . Como fui el único candidato, decidí solicitar un aplazamiento por humanidad y respeto. Esa petición se elevó al Comité y éste a la Junta Directiva y con el consenso de la dirección nacional y la regional se aplazó. Al aproximarse el 27 y viendo la salud de Jesús Julio volví a solicitar el aplazamiento. En este caso, la dirección nacional dijo que, según los estatutos, no se puede volver a aplazar, así que se entiende que el Congreso continúa. A partir de ahí, yo comprendo que se haya suscitado todo tipo de debates pero lo único que pretendía es que el presidente hubiera podido estar o participar a través de cualquier medio.

-¿Niega que había algo más detrás de esa amenaza de Génova de suspender la cita congresual?

-No lo sé. Ana Beltrán lo que viene a decir a través de los asesores jurídicos del partido es que no se podía posponer. Yo quiero creer que no ha habido ningún motivo más.

-Sin embargo, coinciden en el tiempo que la Dirección Nacional del PP confirma la celebración y se da a conocer que su número dos será Mercedes Cantalapiedra .

-Yo dije el día que presenté mis avales que quería un partido unido, comprometido y ganador y esa es mi intención. Quien ha tomado la decisión de que la secretaria general sea Mercedes Cantalapiedra he sido yo.

-¿Esa decisión no ha sido impuesta?

-A día de hoy nadie conoce cuál es mi organigrama. Dije que iba a integrar y mañana (por hoy) se verá y se van a recoger todas las sensibilidades a nivel provincial. Sin imposiciones

-¿Y por qué la visita del jueves a Génova?

-No es la primera vez ni será la última que he ido. En este caso tuvimos una reunión para llegar al acuerdo de seguir adelante con el congreso.

-¿Y Mercedes Cantalapiedra era el peaje?

-Aquí no hay peajes.

-¿Siente que va a tener las manos atadas?

-Para nada. Nunca jamás sería un presidente con las manos atadas y me consta que en el PP, en los congresos que se están realizando, no se ha atado las manos a nadie.

-¿Tiene ya cerrado por completo su equipo?

-Por supuesto. Acordé con la Dirección nacional y regional que hasta el día del congreso no daría ningún nombre. El número dos ya ha salido pero no porque lo haya dicho yo.

-¿Qué porcentaje de su equipo es de integración?

-Me duele que continuamente se hable de equipos de unos y de otros, la nacional por un lado, la provincial por otro...Somos el partido más grande que tiene este país. Aquí no hay ni unos ni otros. Al final, somos una gran familia. No es cuestión de porcentajes, ni de vencidos, ni de ganadores.

-No me negará que el espectáculo de esta semana no ayuda mucho a ese planteamiento.

-Yo no he hecho ningún tipo de declaraciones. Sé que estos procesos suscitan mucha expectación a nivel mediático.

-¿Cuáles serán sus primeros movimientos cuando este sábado sea proclamado presidente del PP?

-Soy muy exigente y lo voy a ser con todas las personas que me acompañen. Tenemos, hoy más que nunca, que escuchar a nuestros vecinos. Empezar a trabajar en un proyecto para recuperar la confianza en algunos municipios, incluida la capital. Mi mayor obsesión es volver a recuperar la alcaldía de Valladolid.

-¿Qué perfil tiene que tener el futuro candidato del PP a la Alcaldía vallisoletan a?

-Lo más importante es escuchar a la gente. Dar a conocer un proyecto en una realidad distinta a la de hace un año. Lo primero es reunirnos con todos los colectivos, preparar ese programa y, después, decidir quién será el candidato o candidata. Ahora tenemos a Pilar del Olmo, que es nuestra portavoz en el Ayuntamiento de Valladolid, a la que agradezco toda la labor que está haciendo en esta legislatura tan complicada.

-¿Cree posible acabar con las «familias» políticas del partido?

-Yo ya no hablo de familias. A partir de este congreso, se va a ver una integración. Hay que aunar todas esas sensibilidades.

-Califique sus relaciones con Génova y con la dirección autonómica del PP

-Ambas excelentes. Como miembro del Comité Ejecutivo Nacional y de la Junta Directiva siempre he encontrado apoyo y cariño.

-¿Cómo ve al partido en Castilla y León?

-Nos ha tocado la grandísima responsabilidad a Mañueco y a mí de ser presidentes en un contexto y en una legislatura que no puede ser más complicada y ahora se ha producido una moción de censura sin sentido y bochornosa. Yo tengo claro que Mañueco ha salido muy reforzado y está haciendo un grandísimo trabajo en la Comunidad. Los ciudadanos reconocerán todo ese trabajo y confiarán en él cuando vuelva a llegar el momento.