Castilla y León, avisada y preparada para la nevada

De momento, y teniendo en el recuerdo lo sucedido el pasado día de Reyes cuando miles de conductores se quedaron atrapados en las carreteras —la mayoría en la AP-6 — todas las administraciones, estatal, autonómica, provincial y local, se afanan en sus avisos para que la nieve no pille a nadie desprevenido y se vuelva a repetir una situación similar a la del 6 de enero.

Así, la agencia de Protección Civil de Castilla y León ha declarado la fase de alerta ante la posibilidad de nevadas y hielo en todas las provincias de Castilla y León desde primera hora de la mañana de este viernes, un aviso que permanecerá activo dependiendo de la evolución de los próximos días.

Desde la Delegación de Gobierno en la Comunidad la alerta se limita un poco, ya que ha activado de la fase de emergencia del protocolo de coordinación de actuaciones ante nevadas que puedan afectar a la Red de Carreteras del Estado, en las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia y Segovia . Se dispone ya de un dispositivo material de más de 430 máquinas quitanieves y de medios humanos integrado por casi 3.000 personas .

En Segovia , la Diputación recomienda circular con precaución por la red viaria provincial ante la posible presencia de hielo, ya que las temperaturas han descendido mucho durante toda la madrugada y han favorecido la formación de placas. Cuatro camiones se encuentran esparciendo sal por toda la provincia. El hielo es ahora la principal preocupación en la red dependiente de la Diputación, mientras que la nieve ha sido más perceptible en la zona nordeste,

En el Ayuntamiento de León , donde la nevada comenzó el jueves por la noche, el portavoz del equipo de Gobierno y concejal de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de León, Fernando Salguero, ha asegurado que se han repartido 49 toneladas de sal desde ayer por la tarde, 30 distribuidas a lo largo de la noche el resto a lo largo de la mañana.

Desde primera hora, 90 empleados del personal de parques y jardines del Ayuntamiento trabajan en diferentes puntos de la capital, concretamente, en los entornos de parques y colegios, «despejando aceras para que sean más transitables».