Casillas recibe con «orgullo» la Medalla de Oro de la provincia de Ávila

A ellos, a estos aficionados se dirigieron tanto el protagonista como el presidente de la Diputación , Jesús Manuel Sánchez Cabrera, en varios momentos de sus intervenciones y es que a juicio de este último esa gran afluencia de público «arropando al galardonado» hacía que la distinción de la Diputación fuera «más que nunca patrimonio de todos«, informa Ical.

Casillas ha sido siempre un gran embajador de Ávila y sobre todo del que considera su pueblo, Navalacruz . Pero hoy se ha convirtertido por derecho propio en embajador en letras mayúsculas pues así se decidió en la sesión plenaria de mayo de 2016 en el seno de la Diputación y con el apoyo de todos los grupos políticos con representación en la institución (PP, PSOE, Ciudadanos, IU, UPyD y Trato Ciudadanos). Sus méritos deportivos, que fueron repasados en la gala, saltan a la vista, pero junto a su extraordinaria carrera profesional, sus valores humanos también han pesado a la hora de colgarse la máxima distinción provincial, sobre todo por su fundación con la que se vuelca especialmente con la infancia.

La casi triunfal entrada del actual guardameta del Oporto fue aplaudida y vitoreada , los pequeños lanzaban al aire sus gritos de «Íker, Íker» o «Casillas, Casillas» y no pocos se atrevieron a pedir un autógrafo que desde luego no negó el deportista, ni a los pequeños ni tampoco a los mayores. Tardó Casillas prácticamente más en descender la escalinata que le llevó a la escena en la que tuvo lugar el Pleno, que la sesión plenaria en sí misma. El reconocimiento se palpaba en el ambiente y el guardameta lo recibía entre orgulloso y tímido.

El público se sumó, así, a la fiesta y de manera tímida, también Casillas que agradeció con asentimientos y sonrisas un homenaje merecido para una ciudad y una provincia que le tiene como un espejo en el que mirarse, tanto los pequeños como los mayores. Confió el actual guardameta del Oporto en que el día de mañana alguno de los abulenses, estuviera o no entre el público, pudiera de algún modo tomarle el relevo, lucir con orgullo a Ávila y su provincia y triunfar como él y más porque «tuve la suerte de hacer lo que me gusta». Ahora toca responder y por eso se comprometió con la medalla «para saber llevar el nombre de Ávila y de mi pueblo» y que sientan el orgullo del nombre de Íker Casillas.

Por su parte, el presidente de la Diputación mostró en su discurso su entusiasmo por la figura del homenajeado, de hecho improvisó en su discurso para deleite del público más pequeño, que interrumpió con sus aplausos en no pocas ocasiones, sobre todo cuando repasó los méritos deportivos del que «probablemente pasará a la historia como el mejor portero del mundo» o cuando recordó la «histórica parada en el minuto 61 a Robben» que hizo que Casillas se ganara el apodo de San Íker y que nos dio un Mundial, ha señalado Sánchez Cabrera.