Campillo: «Quiero comprometerme con los sueños de la Universidad»

Campillo, que sustituye al empresario Gerardo Gutiérrez, de quien recibió «un legado en el que el listón está muy alto», no se olvidó de otra de sus máximas «vida larga, paso corto y un poquito de mala leche» para afrontar su nueva responsabilidad. «Estoy aquí para mejorar y comprometerme con los sueños de la Universidad», aseguró quien se definió como «un periodista nada más, cuya misión es contar la realidad y no dejar de decir nada que haya que decir». Precisamente por eso anunció que «voy a poner todo mi empeño en mejorar la imagen de la universidad, en contribuir a que sea de verdad la casa de la sabiduría y el conocimiento y a que se pueda transferir a la sociedad con facilidad y sin la burocracia que la lastra».

Campillo se refirió también a la «empleabilidad como «uno de los grandes retos de la institución académica, aunque sin olvidar que ésta es la casa de la sabiduría». En este sentido insistió en que «puede haber otras especialidades como las humanidades que tienen una capacidad para emplear a sus alumnos más discutible, pero sin las cuales el mundo no habría avanzado como lo ha hecho». «La empleabilidad no es el Dios al que hay que sucumbir; hay que guardar el equilibrio» , sentenció el directivo de Vocento.

Óscar Campillo estuvo acompañado durante la toma de posesión por el consejero de Educación, Fernando Rey , quien le invitó a «ser audaz » y alabó el hecho de que por primera vez el presidente del Consejo Social no es un empresario, sino un periodista con una dilatada carrera profesional. «Nuestros centros necesitan tener más visibilidad, más proyección y mejorar su imagen y Campillo es la persona adecuada», aseguró Rey, ya que «nuestra universidad padece un exceso de pudor porque en Valladolid nos dedicamos a ser, más que a parecer», cuando no hay que olvidar que «una cosa es la realidad y otra la realidad percibida, la llamada posverdad». Y es que para el consejero de Educación «las universidades tienen que librar la importante batalla de la percepción», más aún si se tiene en cuenta que se han convertido en un «gigantesco concurso de belleza», de ahí que, a su juicio, sea necesaria una mayor visibilidad y proyección, dada la importancia que se da a la imagen.

Rey aprovechó su intervención para referirse a los cuatro retos que tiene la institución académica vallisoletana como es su preparación para una sociedad digital «robotizada» en el que los planes tecnológicos y las humanidades deben estar conectados, y avanzar hacia la implantación de posgrados duales, como ya ocurre con la Formación Profesional, buscando para ello la implicación de las empresas.

La internacionalización «transversal» de los centros docentes fue otro de los objetivos planteados por Rey, así como la necesidad de buscar soluciones a la pérdida de estudiantes ya que en los últimos diez años, la UVA ha reducido el alumnado a la mitad. «Son problemas complejos que necesitan soluciones complejas» , apuntó, y rechazó que una de las causas pueda ser el coste de las matriculas «porque nadie elige una universidad en la que estudiar por unos euros más o menos».

El titular de Educación en Castilla y León concluyó reclamando que las instituciones académicas cumplan con el rol que tienen encomendado para afrontar los cambios sociales, que no es otro que «ir abriendo puertas y ventanas».