Buscando a nuestros ancestros

Y desde ahí hasta nuestros días, un equipo de unas trescientas personas trabajan desde mediados de julio para seguir nuestra evolución con los ojos puestos en el nivel TD6 de Gran Dolina donde, en un par de años, se encontrarán un millar de fósiles de Homo Antecessor. Así lo espera José María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca, quien considera que estos fósiles reforzarán la teoría de que esta especie es el «ancestro común» de neandentales y las poblaciones modernas.

Antes de volver a ese nivel, se culmina este año la excavación del TD10 de Gran Dolina cuyos restos son de la misma época que los fósiles encontrados en la Sima de los Huesos. De este modo, Atapuerca se va mostrando poco a poco como el gran puzzle de la evolución donde la investigación de cada yacimiento encaja con los otros ofreciendo información sobre nuestros antepasados. Por ejemplo, de hace 400.000 años, los restos de Gran Dolina permiten explicar el comportamiento y modo de caza de los individuos cuyos restos se hallaron en la Sima de los Huesos. En concreto son 30 individuos. y el equipo que dirige otro de los codirectores, Juan Luis Arsuaga, continúa buscando restos para completar sus esqueletos para lo que queda el trabajo de «varias generaciones».

Y es que todo en Atapuerca va para largo e incluso, en ocasiones, los mismos investigadores tienen la suerte de volver, muchos años después, al mismo yacimiento pero con nuevas tecnologías. Es el caso del yacimiento de Galería donde Isabel Cáceres y Ana Isabel Ortega comprueban, veinte años después, que «las cosas se hicieron bien» y los datos actuales cuadran con los de entonces y, a partir de ahí, segur avanzando en el estudio de la evolución humana.

El tercer codirector de Atapuerca, Eudald Carbonell, recuerda que, tras la crisis, se ha recuperado la «velocidad de crucero» y en los yacimientos se trabaja a pleno rendimiento y planificando un futuro a largo plazo en el que todavía quedan muchos sueños por cumplir como encontrar restos de neandentales y completar la secuencia humana desde hace mas de un millón de años. Todo sin moverse de la sierra burgalesa.