El Ayuntamiento Benavente, víctima de una ciberestafa de 42.000 euros por suplantación de identidad

Este delito informático, conocido como «phishing», ya ha sido denunciado ante los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad el Estado y el dinero finalmente ha sido reintegrado esta mañana a las arcas municipales , según ha informado a Efe la concejala de Hacienda, Patricia Martín.

Una funcionaria del Servicio de Intervención del Ayuntamiento de Benavente recibió el pasado 27 de septiembre el correo fraudulento en el que se notificaba el cambio de la cuenta bancaria a la que se debían realizar los ingresos a la comercializadora con la que tiene contratado el suministro de electricidad. El mensaje, que se dio por bueno ya que tenía la apariencia de haber sido enviado por la suministradora Watium, permitió tramitar el cambio de cuenta en el que abonar las facturas.

El correo contenía adjunto dos documentos falsos, uno supuestamente de la eléctrica en el que notificaba el cambio y otro de la entidad bancaria que certificaba que la nueva cuenta pertenecía a esa empresa. Por ello, desde el consistorio benaventano transfirieron a la nueva cuenta el pasado 9 de octubre el importe de dos facturas por un valor conjunto de 42.140 euros.

El engaño se descubrió a la semana siguiente, cuando el 17 de octubre la compañía suministradora reclamó esos pagos porque no había recibido el dinero y advirtió de que no habían solicitado ningún cambio de cuenta. Ello motivó la interposición de una denuncia por lo ocurrido tanto la compañía eléctrica afectada, que la formalizó ante la comisaría de la Policía Nacional, como el propio Ayuntamiento de Benavente, que presentó la denuncia ante la Guardia Civil.

La denuncia permitió recuperar el dinero, ya que al no haber pasado diez días naturales desde que se hizo el ingreso y haber fondos suficientes en la cuenta bancaria de destino, se pudo devolver la cantidad en una transferencia que hoy mismo ha recibido el consistorio benaventano.

La concejala de Hacienda ha indicado que las primeras indagaciones apuntan a que el dominio desde el que se envió el correo electrónico fraudulento es de Estados Unidos, y ahora son las fuerzas y cuerpos de seguridad los que tratan de determinar los posibles autores del falso correo.