Astorga vuelve a los tiempos de ‘Asturica Augusta’

En esta vuelta a su pasado romano, Astorga apuesta por rendir homenaje a una época en la que la lucha y las demostraciones de fuerza y destreza formaban parte del día a día, y donde el circo romano era el principal reclamo del público. Como en aquella época, los astorganos se meten en la piel de los astures y los romanos y se muestran dispuestos a combatir en la arena del circo para celebrar su fiesta.

Hoy sábado, los visitantes pudieron disfrutar del ambiente festivo desde primera hora de la mañana con la apertura del mercado astur romano, ubicado en la plaza Eduardo de Castro. Casi un centenar de comerciantes ofrecen sus artículos en este escaparate en el que se pueden encontrar, entre otros, productos elaborados con cuero, vidrio o trajes de la época. Los niños también estuvieron muy presentes en la programación prevista para hoy y pudieron participar en un campamento organizado por Tir Na´Og (Arde Lucus).

Los talleres de lucha y las exhibiciones de cetrería completaron las actividades organizadas y abrieron boca a los presentes para introducirlos más tarde en las tres actividades más esperadas de la jornada, la visita del César al mercado, el gran circo romano de ‘Asturica Augusta’ y la boda astur.

La figura del César es una de las más importantes de estos festejos. Desde 1991 desempeña su papel Josefus Orologius I, representado por José Ramos, un ciudadano de Astorga. El César es recibido a su llegada de Roma en la noche del viernes y es despedido tras el desfile de los vencedores en la noche del domingo.

Por su parte, el circo romano tiene su origen en 1986, cuando se comenzó a organizar la fiesta de Astures y Romanos. En él no faltan los elementos típicos de la época como las carreras de cuadrigas y aurigas, las de literas, los gladiadores que dejan su piel en la arena y, por supuesto, el César.

También genera una gran expectación entre los asistentes la boda astur, organizada por las tribus Saldanici y Selini y que sirve para recrear un ritual basado en tradiciones célticas que muestran la unión de dos almas separadas que se convierten en una ante los cuatro elementos y en los cuatro puntos cardinales. Entre sus peculiaridades destaca que en esta boda es la mujer la que elige con quién quiere unirse y que la validez de esta unión es de un año y un día, teniendo que renovarse pasado este tiempo. Con este acto, que se celebra a medianoche, los festejos se despiden hasta mañana domingo, un día clave y en el que se llevará a cabo el gran desfile en honor a los vencedores y el entierro del héroe astur, que marca el punto y final de la fiesta.