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«He aparcado los pinceles para reivindicar un sano patriotismo»

Paloma Pájaro, artista y creadora del canal de YouTube «¡Que m... de país!»

«Ser revolucionario y cañero hoy es ver lo que se está haciendo en nombre de las izquierdas y tener el coraje de cuestionarlo»

La artista y «youtuber» Paloma Pájaro, trabajando en su estudio salmantino D. ARRANZ

H. DÍAZ

La artista plástica Paloma Pájaro, asentada en Salamanca, está detrás desde hace un año del canal de You Tube «¡Qué m... de país!», en el que recurre a los célebres personajes de la novela de Benito Pérez Galdós, «Fortunata y Jacinta», para abordar mediante el análisis filosófico algunas de las problemáticas de la España de ayer y de hoy.

¿Qué lleva a una artista a crear un canal en YouTube?

La respuesta está en los sucesos del 1 de octubre de 2017 en Cataluña: estaba plantada aquel día frente al televisor con el convencimiento de que una parte importante de nuestras autoproclamadas izquierdas apoyarían aquel delirio hispanófobo. Confieso que mi primera intención fue abrir una vía de comunicación con mis colegas del gremio, un sector ampliamente atravesado por el sistema de ideologías dominante y tendente, por tanto, a condenar —por ignorancia, cobardía o mala fe— la acción histórica de España a excepción, claro está, del idealizado periodo de al-Ándalus, los ilustrados con Carlos III, las dos Repúblicas, los gobiernos socialistas del Régimen del 78 y pare usted de contar.

Escogió para el proyecto el nombre «¡Que m... de país!», un título abierto a interpretaciones.

La ideología negrolegendaria está ampliamente extendida entre nuestras élites políticas, periodísticas, intelectuales y artísticas, así que pergeñé este título a modo de anzuelo, para atraer por un lado a los negrolegendarios y también para tratar de desautomatizar la «mierda» de marras que decía Juan Goytisolo, uno de los más depurados ejemplos de hispanofobia de toda la literatura española. Yo proponía, en su lugar, la «m» de maravilla, milagro, misterio, etc.

¿Se trata, entonces, de un acto de rebeldía respecto a lo que se impone en la sociedad actual?

En cierto modo así fue. Cualquier cosa con tal de demoler esa idea de una España impresentable, mostrenca y cerril que decía Goytisolo. Esa idea de una España sin Renacimiento, ni Reforma, ni Ilustración, ni ciencia, ni Revolución Industrial, ni progreso, ni filósofos, ni Mayo del 68… Idea que tantos «intelectuales» españoles de alto copete siguen defendiendo y que es absolutamente calumniosa, desinformada, vil y cobarde. Gustavo Bueno se refirió a estos intelectuales como los «nuevos impostores». Fortunata les llama «lechuzos ilustrados» e «indoctas claraboyas».

A Gustavo Bueno le menciona en varios de sus vídeos.

Es el imprescindible filósofo español del que, por desgracia, muchos españoles prescinden. El Materialismo Filosófico de Gustavo Bueno ayuda a dar a luz a las ideas, a descartar las falacias argumentativas y a desvelar las ideologías (pensamientos adulterados y gremiales) que atraviesan los discursos de los políticos y de muchos otros predicadores de nuestro presente.

¿Y por qué decide introducir a los personajes de Fortunata y Jacinta?

Me interesaba, sobre todo, resaltar la figura de Benito Pérez Galdós, no solo por la enormidad de su obra literaria, sino por su contundente defensa de España y de los españoles. El canal reivindica esa forma de sano y noble patriotismo. Se apoya, para ello, en dos españolas muy españolazas.

¿Es habitual el feedback con sus seguidores?

Sí, mucha gente me envía mensajes privados. Especialmente motivador y estimulante es recibirlos desde el otro lado del Atlántico. El foro es particularmente activo. Lamentablemente, no siempre puedo participar a título personal. A día de hoy estoy sola en esta tarea y a ella me dedico a tiempo completo. Publico un capítulo de unos 30 minutos por semana y cada programa supone unas 35 horas semanales de estudio para la preparación de los guiones, seis horas de grabación, una media de 30 horas de postproducción y el mantenimiento de redes sociales.

¿Qué cree que ha contribuido a que la sociedad de hoy tenga una forma de pensar cada vez más radicalizada?

Tal y como son tratadas hoy día, las ideas de izquierda y derecha funcionan como mitos oscurantistas que embrollan los asuntos y solo traen tinieblas e insoportable vulgaridad. Estas etiquetas se usan y se «compran» más que nunca y, sin embargo, significan menos que nunca. El dualismo maniqueo de las dos Españas es una apariencia falaz, pero lo peor de todo es que tal apariencia se ha convertido en ideología dominante, retomando muchísima fuerza con la llegada de Zapatero a la Moncloa y amplificándose hasta el delirio hoy día.

Su canal denuncia de forma vehemente el coqueteo de las izquierdas con los nacionalismos.

Claro, a la izquierda fundamentalista le horroriza la idea de patria o de nación, sin embargo, se enardece con la idea de pueblo, y no digamos con eso de «los pueblos», colaborando con los secesionistas. Resulta que defender a la patria es cosa de fachas, pero inventarnos patrias nuevas cada día y coquetear con ellas en nombre de la izquierda es cosa muy molona, porque como lo dicen las izquierdas tiene que ser cañero y revolucionario a la fuerza... Pues no, señor; cañero y revolucionario es ver lo que se está haciendo en nombre de las izquierdas y tener el coraje de cuestionarlo. A un partido político habría que juzgarlo por sus acciones y por sus incongruencias internas y no por lo que pone en sus pancartas.

Hablando de conceptos que están siendo utilizando según conveniencia, ¿qué me dice del feminismo?

Lo que yo veo es que eso que hoy día llaman «feminismo» ha sido instrumentalizado con fines electorales partidistas, oportunistas y cortoplacistas y que mucha gente se traga este tipo de discursos en primer lugar por desconocimiento de la historia del feminismo, en segundo lugar por desconocimiento de la historia en general y en tercer lugar por tener el cerebro frito. En nombre del feminismo se dicen y se hacen muchas cosas: algunas muy nobles, otras completamente estúpidas y muchas aberrantes y las teóricas y los teóricos del feminismo deberían ser los primeros en denunciar ese tipo de corrupciones. Habrá que preguntarse por qué callan.

¿Se considera un verso suelto dentro del gremio de artistas y cree que le ha pasado factura?

No sé si soy un verso suelto, pero sí un caso raro, por desgracia: yo he aparcado los pinceles porque la situación lo exige. Y punto, es que no hay tutía... Y sí, más de uno habrá decidido condenarme para siempre, pero allá ellos con sus prejuicios.

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