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Fernando Conde - Al pairo

Adornos navideños

«Pero aquí, en la laica y laicista Francia nadie parece tener complejos a la hora de utilizar estos símbolos del cristianismo»

FERNANDO CONDE

¿Por qué seremos los españoles un pueblo tan acomplejado? ¿De dónde nos viene tan acusado sentido del ridículo, tantas ganas de demostrarnos a nosotros mismos que nada nos importa... cuando nos importa todo? ¿Por qué seremos tan visceral en nuestras filias y fobias, tan ... extremos, tan de blanco o negro, del Madrid o del Barsa, de Joselito o de Belmonte...? No es fácil saber por qué, pero lo cierto es que lo somos; que así somos. Y quizá también sea cierto eso de que los españoles somos buenos en el amor, pero aún mejores en el odio. Si no, cómo explicar tanta inquina hacia determinadas costumbres nuestras, hacia ciertas tradiciones, hacia todo aquello que represente cualquier cosa que no nos represente. Eso ha sido así desde que Hispania lo es y ni siquiera la hibridación con otros pueblos y otras culturas a lo largo de los siglos nos ha mejorado. Y tampoco es que con la modernidad hayamos cambiado demasiado. Ni que las nuevas generaciones, que ya no votan a las opciones de sus padres, hayan dejado atrás el estigma. Y una prueba de ello son las navidades y, más concretamente, el modo de celebrar su advenimiento en calles y plazas públicas.

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