Abatido un atracador tras huir con el botín de una sucursal bancaria en Burgos

A punta de pistola, el hombre había irrumpido poco antes en una sucursal bancaria situada en la calle Condesa Mencía de la capital del Cid. Además, para cometer su delito, ha rociado con gasolina a una de las empleadas. Y, aprovechando el pánico desatado en el interior de la sucursal, ha logrado hacerse con el botín. Ya con el dinero en su poder –una cantidad que ayer no había trascendido– ha cogido de nuevo la puerta y salido a la calle, tratando de huir. Pero no ha logrado ir muy lejos del lugar de donde había cometido su delito.

Una de las empleadas de la entidad –del Banco Santander– había conseguido contactar con la Policía Nacional. Al teléfono, ha salido tras el atracador e incluso lo ha seguido durante unos metros. En ese momento, en la zona había una patrulla. Estaban de servicio, pero vestidos de paisano, con lo que su atuendo sin uniforme oficial no llamaban la atención ni de viandantes ni del propio asaltante. Así que la pareja de policías ha sido la primera en acudir a la llamada de socorro recibida en la sala del 091 por un atraco en el también conocido como barrio G-3 de Burgos perpetrado por un asaltante que había irrumpido en la sucursal a media mañana y estaba armado.

Con el botín en sus manos, el hombre ha sido interceptado por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía a pocos metros del lugar donde había dado el ‘palo’ a punta de pistola. Lejos de deponer su actitud cuando se ha visto acorralado en su huida, el atracador ha encañonado con su arma a los dos agentes que le seguían. Han abierto fuego y han abatido al atracador.

Hasta el lugar de los hechos se han desplazado también los servicios sanitarios. Allí mismo han tratado de reanimar al atracador, que había resultado herido de bala en el cuello, pero ha fallecido a pocos metros de donde había cometido el delito, en la calle Duque de Frías. .

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A consecuencia del robo, los efectivos de emergencias movilizados también han tenido que atender a varias personas que habían sufrido crisis de ansiedad por lo vivido. Así como a la empleada del banco a la que el asaltante había rociado con gasolina en su maniobra para hacerse con un botín, que ha sido recuperado ya por la mañana.

Tras el suceso que ha sobresaltado a Burgos, una de las dudas que quedan abiertas es precisamente sobre el hombre que ha perpetrado el atraco y que ha tenido que ser abatido por la Policía. El asaltante, de nacionalidad española y de 51 años, vivía con su mujer y su hija a pocos metros del lugar del robo y del punto en el que finalmente ha perdido la vida.

Según han asegurado vecinos de la zona, parecía una persona normal, que paseaba por el barrio y hacía una vida corriente.

También queda pendiente para la investigación abierta saber si el atracador ha llegado a disparar el arma que portaba y ha empleado en el atraco o únicamente ha apuntado a los agentes, obligándoles a abrir fuego contra él al no deponer su actitud