La visita de los Reyes desvela historias de dolor y superación en Parapléjicos

Como la de María José Salazar, de 63 años y residente en Orihuela -«la tierra de Miguel Hernández», dice- una mujer elegante y afable a la que un día le cambió la vida cuando arrancaba la hiedra que trepaba por un ciprés: «Fue algo absurdo, me resbalé, me di con una piedra en la cabeza y me seccioné la médula», cuenta. Una tetraplejia que no es completa, explica su terapeuta Prado Vázquez, y que la obligó a ingresar en el hospital hace dos meses. Pero ella está animada, «esto es un hogar, se convierte en tu casa, en un sitio donde unos ángeles vestidos de blanco hacen lo posible para que tú recuperes esas partes que tienes dormidas y organizar un futuro en el que seas lo más autónoma posible. Ahora puedo coger el cepillo de dientes, los cubiertos, y estoy empezando a andar. Estoy muy esperanzada». Durante la visita, cuando se acercaron a ella los Reyes, les hizo una petición: que vuelvan de nuevo al hospital y hablen reposadamente con los pacientes, porque «hay gente que arrastra una historia impresionante que sería muy importante que conocieran».

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Toumamy Susso Damba, natural de Gambia y residente en Soria, comenta a ABC la importancia de la visita real: «Solo con verles me han dejado contento, me han parecido muy buena gente», dice este joven de 21 años que lleva tres meses y medio en el Hospital de Parapléjicos como consecuencia de un accidente de tráfico que le causó una lesión medular C-4. «Los reyes me han preguntado que cómo estaba y les he dicho que intentando trabajar y mejorar con mucho esfuerzo», explica, mientras posa para este diario sentado en una máquina que le permite levantar los brazos.

También un accidente de tráfico es la causa que trajo desde Salamanca a José Luis Mateo Sánchez, de 73 años, al Hospital Nacional de Parapléjicos el pasado mes de agosto. «Iba conduciendo y el contrario invadió mi carril y chocamos de frente», cuenta, a la vez que realiza unos ejercicios bajo la supervisión de su terapeuta ocupacional, María Eugenia San Félix. La especialista explica que el paciente ha mejorado bastante con el tratamiento, que ahora le permite llevarse la mano a la boca para comer él solo. «Tiene una lesión incompleta, sí tiene función motora, y puede sostenerse de pie con ayuda y apoyo», señala.

Estos son solo tres ejemplos de pacientes a los que este miércoles los Reyes han visitado en un hospital que se ha convertido en su hogar, y no paran de alabar la profesionalidad y el cariño de las personas que les atienden en todas las facetas de su vida. En su larga visita por las instalaciones del centro, Don Felipe y Doña Letizia han estado acompañados por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; la delegada del Gobierno en la región, Milagros Tolón; la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, y el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, entre otras autoridades.

Todos querían hacerse fotos con los Reyes, especialmente con Doña Letizia, y ambos posaron amablemente para todo aquel que se lo requería, como ya hicieron en su día -pero sin teléfonos móviles- los entonces príncipes Don Juan Carlos y Doña Sofía el día en que se inauguró el hospital, el 7 de octubre de 1974.

El Hospital Nacional de Parapléjicos, un centro público de referencia en España para el tratamiento e investigación de la lesión medular espinal, está acreditado desde diciembre de 2012 por el Ministerio de Sanidad como Centro de Referencia Nacional (CSUR) especializado en lesión medular. A lo largo del recorrido, los Reyes han visitado, entre otros servicios, la Unidad de Rehabilitación Infantil, dotado con avanzada tecnología como el Lokomat Infantil, que se ajusta a las piernas de los niños para movilizar caderas y rodillas y les permite ponerse de pie y practicar patrones de marcha.