El 'verano perdido' del Tajo: imágenes inéditas devuelven a Toledo el río limpio y lleno de vida
Una filmación casera cedida por Andrés Laín a la Filmoteca Histórica muestra a los toledanos disfrutando del río siete años antes de que se prohibieran los baños por la contaminación
La Filmoteca Histórica Toledana suma a su colección una fiesta de fin de curso en el antiguo colegio Maristas
F.F.
Toledo
El río Tajo vuelve a latir con vida y juventud en las imágenes recuperadas por la Filmoteca Histórica Toledana, el canal de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo dedicado a preservar la memoria visual de la ciudad. En su ... última incorporación, una filmación inédita de 1965 muestra escenas cotidianas en la playa de la Solanilla, una de las zonas más frecuentadas por los vecinos para bañarse y pasar las tardes de verano junto al Puente de San Martín.
Se trata de una grabación doméstica, «cedida generosamente» por su propietario, Andrés Laín, que permite asomarse a un paisaje hoy desaparecido: un Tajo de aguas limpias, con reflejos plateados y orillas cubiertas de vegetación. Las imágenes, rodadas siete años antes de la prohibición oficial del baño en junio de 1972, muestran a jóvenes y familias enteras disfrutando del río, remando en pequeñas barcas o nadando entre risas, bajo la mirada del monumento al Corazón de Jesús del Cristo de la Vega, visible en la otra orilla.
El documento tiene un alto valor histórico y sentimental. Hasta ahora no se conocían grabaciones que mostraran los baños en este tramo del río, pese a que la Solanilla era una de las playas naturales más populares de Toledo. La escena permite reconstruir una parte esencial de la relación de la ciudad con el Tajo, cuando el río aún formaba parte de la vida cotidiana y no solo del paisaje.
El vídeo revela también la riqueza natural de las riberas en aquella época: una frondosa arboleda de olmos negrillos, álamos blancos y sauces que ofrecían sombra a los bañistas y servían de refugio para las meriendas y los encuentros vecinales. Aquel entorno, que combinaba naturaleza, ocio y comunidad, fue desdibujándose con el paso de los años, a medida que la contaminación y los vertidos industriales transformaron para siempre el curso del Tajo.
Un nuevo vídeo de la Filmoteca Histórica muestra cómo era Toledo en el verano de 1958
ABCAparece el puente de San Martín, las riberas del Tajo, la carretera del Valle, la calle Comercio, el interior de la catedral, Santa María la Blanca y San Juan de los Reyes, además de una corrida de rejones en Mora
La prohibición de los baños en 1972 marcó el final de una etapa. Desde entonces, las imágenes de aquellos veranos han quedado grabadas solo en la memoria de los toledanos que conocieron el río vivo, transparente y lleno de actividad. Por eso, esta filmación recuperada por la Filmoteca Histórica Toledana adquiere hoy un valor doble: el de testimonio documental y el de evocación de una felicidad sencilla, cuando el río era todavía un lugar de encuentro, identidad y vida.
La Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo continúa así ampliando su archivo audiovisual, dedicado a rescatar fragmentos de la historia reciente de la ciudad. Con cada nueva pieza, como esta de la playa de la Solanilla, la Filmoteca reconstruye el mosaico emocional de un Toledo que vivía a orillas del Tajo, antes de que el progreso industrial y las aguas sucias cambiaran para siempre el curso de su historia.
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