Toledo recupera un proyecto de 2022 para evitar inundaciones desde Alcántara al arroyo de la Rosa por tres millones
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Toledo autoriza el inicio del expediente para la redacción del proyecto y ejecución de esta obra de la ribera del Tajo en la zona este de la ciudad
El Ayuntamiento opta a un proyecto para recuperar las riberas del Tajo a su paso por Toledo

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Toledo autorizaba ayer el inicio del expediente administrativo para la redacción y ejecución del proyecto de recuperación ambiental y reducción del riesgo de inundación en el tramo oeste del río Tajo, entre el puente de Azarquiel y más allá de la desembocadura del arroyo de la Rosa. Esta iniciativa, de gran alcance medioambiental, social y urbano, ha sido subvencionada por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y se financiará con fondos europeos del instrumento NextGenerationEU. El presupuesto base de licitación asciende a tres millones de euros.
El proyecto forma parte de una convocatoria nacional altamente competitiva, dotada con 75 millones de euros, a la que concurrieron numerosas administraciones locales. Tan solo 37 propuestas fueron seleccionadas en todo el país, lo que subraya el valor y la calidad técnica de la iniciativa toledana. Esta convocatoria, promovida conjuntamente por la Fundación Biodiversidad y la Dirección General del Agua, está orientada a restaurar ecosistemas fluviales y reducir el riesgo de inundaciones mediante soluciones basadas en la naturaleza, uno de los pilares de la estrategia de resiliencia climática impulsada por la Unión Europea.
La intervención fue concebida y presentada por el anterior equipo de gobierno municipal en 2022, y su memoria técnica fue elaborada por el estudio de arquitectura Romero Vallejo, en colaboración con técnicos especializados en medio ambiente. La intervención fue evaluada y seleccionada por un comité formado por cinco personas expertas en restauración fluvial, planificación hidrológica y biodiversidad.
Según recoge la memoria técnica, el ára occidental del cauce del Tajo a su paso por Toledo presenta actualmente un notable deterioro ecológico, con pérdida de cobertura vegetal, erosión de márgenes, degradación de hábitats y escasa conectividad ecológica. Pese a ello, sigue siendo uno de los espacios más utilizados por la ciudadanía para actividades de ocio y deporte, gracias a la presencia del camino natural GR-113 y su ubicación estratégica entre barrios como Santa Bárbara y Antequeruela.

El área de intervención comprende más de 91.000 metros cuadrados distribuidos entre tres enclaves con alta exposición al riesgo de inundación: el parque de Safont, la Huerta del Rey y el entorno de la desembocadura del arroyo de la Rosa como pudo comprobarse este mes de marzo con la sucesión de borrascas que dejaron lluvias intensas y una fuerte crecida del caudal del río. Además, estas zonas, ubicadas en terreno llano y muy próximo al cauce, han sufrido en las últimas décadas un progresivo deterioro ecológico, causado en gran parte por la pérdida de vegetación riparia y por la presión urbana y agrícola.
Tres líneas de actuación para una intervención integral
El proyecto propone una intervención escalonada y complementaria que combina acciones de restauración ecológica con medidas de adaptación al cambio climático.
La primera línea de trabajo se centrará en la conservación y mejora del ecosistema ripario existente, con actuaciones como la recuperación del bosque de ribera, la eliminación de especies invasoras, la revegetación con plantas autóctonas, la restauración del sotobosque y la instalación de elementos que favorezcan la fauna silvestre. Estas acciones están especialmente orientadas a recuperar hábitats para aves pescadoras y limícolas, como la garza real o el martinete, y otras especies como mamíferos, reptiles y polinizadores.
El segundo eje se ocupará del control de la erosión, actuando en los taludes y desniveles entre el camino GR-113 y los terrenos agrícolas de la Huerta del Rey. Se prevé la consolidación de suelos, el relleno de cárcavas y la revegetación de laderas para frenar los procesos de degradación del terreno que intensifican el riesgo de avenidas.
Por último, la tercera intervención se centrará en la creación de una nueva franja de vegetación autóctona, con una banda de diez metros de anchura que se sumará a las masas existentes, ampliando así el corredor ecológico del río. Esta acción permitirá reforzar la continuidad del ecosistema ripario y mejorar la capacidad de absorción del terreno frente a lluvias torrenciales.
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