Tomás Rufo, el torero con la puerta grande como rutina

«Cuando me lo plantearon me dio un poco de vértigo; siempre entran dudas de si seré capaz o no. Me tomé unos días para pensarlo, pero me encuentro muy preparado y es el momento. Lo estoy viendo claro delante de la cara del toro y, sobre todo, que es en mi ciudad», desvelaba el torero de Pepino a este periódico el miércoles por la noche, después de tentar unas vacas en la ganadería de José Manuel Escolar en Monstesclaros, a un paso de Talavera. La propuesta de la mal llamada «encerrona» (a nadie le obligan a encerrarse con seis toros) partió de Antonio Rubio, empresario y propietario de 'La Caprichosa', que se la trasladó a los hermanos Lozano, apoderados de Rufo.

Tras tres años como matador, Rufo contabiliza 84 corridas: dos en 2021, 33 en 2022, 31 en 2023 y 18 en 2024. Su balance es de 44 puertas grandes, con 147 orejas y tres rabos de 171 toros de 24 ganaderías, según la estadística recopilada por ABC gracias al archivo de Mundotoro. 83 de esos 171 bravos pertenecían a Garcigrande / Domingo Hernández (33), Alcurrucén (28) y Victoriano del Río / Toros de Cortés (22), lo que supone que tres ganaderías agrupan un 48,5 por ciento del total.

En cuanto a las 84 corridas, 71 han sido en España, nueve en Francia, tres en Colombia y una en México. Y de las 80 corridas en Europa, 28 se celebraron en plazas de primera categoría (con 28 orejas cortadas), 34 en las de segunda (63 orejas) y 18 en las de tercera (52 orejas y tres rabos). Mientras, en las cuatro de América (tres en Manizales y una en Aguascalientes) suma cuatro orejas.

«No llevo la cuenta de las corridas. Mi carrera acaba prácticamente de comenzar y los números son muy buenos. No imaginaba que el futuro iba a ser así. Lo que ha pasado ha sido especial: en mi primer año ya tenía una puerta grande en Madrid y una Puerta del Príncipe en Sevilla», reconoce. Asimismo, tiene palabras de agradecimiento para «las manos en las que me hallo», en referencia a sus apoderados, que «están haciendo las cosas muy a favor».

Talavera es, sin duda, la plaza en la que más ha sobresalido: seis corridas, seis puertas grandes, 22 orejas y dos rabos. ¿Qué pasa? «Pues principalmente que tengo suerte. Se echan corridas del gusto del aficionado y del torero, que siempre es difícil dar con esa tecla. He tenido tardes muy buenas. Recuerdo que maté dos toros de Santi Domecq y corté cuatro orejas y un rabo; o una de Daniel Ruiz, con otras cuatro y rabo...», expone. Sin embargo, «de lo que más orgulloso estoy es de que la gente acuda a la plaza. Cuando tomé la alternativa, Talavera no estaba en su mejor momento. Aunque creo que no es sólo mérito mío: también han venido las figuras y se han hecho carteles rematados».

Aparte de las seis corridas en Talavera, Rufo ha toreado siete veces en Madrid, seis en Sevilla, cuatro en Valladolid y tres en Manizales, Castellón, Nimes, Toledo, Alicante y Pontevedra. En total, ha pisado 36 plazas de 14 comunidades autónomas (ha estado en todas en las que hay toros, salvo en La Rioja, donde sí se anunció como novillero), además de cinco francesas (Nimes, Mont-de-Marsan, Dax, Istres y Bayona) y las dos ya nombradas de América.

«Hay sitios como Castellón, que es mi plaza talismán y he sido tres veces seguidas el triunfador de la feria. En Pontevedra igual: he toreado tres tardes y la única en la que no salí a hombros fue la primera por decisión del presidente. Nimes es otra plaza que entiendo bien (indultó a Enarbolado, de Toros de Cortés, en 2022). Se me resiste Albacete: he cuajado faenas y no las he rematado con la espada, pero veo que tengo mi tirón», afirma.

Y como anécdota, tres peñas llevan su nombre en Pepino, Nimes y Pontevedra. «La de Pepino está desde que soy becerrista. Vivo en un pueblo en el que me tienen un gran cariño y desde el primer momento me han apoyado. Toreaba una novillada y me acompañaban 200 personas. Eso quiere decir que tengo ilusionada a mucha gente, lo que me hace venirme arriba», presume.

Preguntado por las plazas en las que no ha estado y quiere estrenarse, Rufo menciona que le hace «mucha ilusión Ronda; también Córdoba, Málaga, Huelva o El Puerto de Santa María, que creo que son del gusto de mi concepto». En cuanto a los cosos en los que anhela triunfar, este año se ha dado el capricho de abandonar en volandas el de Pamplona. Y aún le faltan Valencia, Bilbao o Zaragoza, por citar los de primera categoría.

Eso sí, Madrid es «la que me quita el sueño. Mi deseo es cortarle dos orejas a un toro en Las Ventas; eso es por lo que me levanto todos los días a entrenar». Tendrá una nueva oportunidad en la Feria de Otoño el viernes 4 de octubre, a las 18:00, en un cartel con José María Manzanares, Román y ganado del Puerto de San Lorenzo y La Ventana del Puerto, pero antes, este sábado, deberá dar cuenta de seis toros en Talavera, donde sus paisanos, tan mal acostumbrados, sólo esperan un éxito rotundo.