Un talaverano graba en la Antártida la «catástrofe» de los plásticos y microplásticos

Desde la última parada del rodaje de este documental, Pérez del Campo explica que han pasado ya por muchos países como Kenia, Bangladesh, Indonesia o China y que ahora están en la Antártida al ser un lugar con un bajo efecto del ser humano en su ecosistema.

«Comenzamos nuestro viaje en Chile; conseguimos cruzar, gracias a un barco militar uruguayo, el Mar de Drake, que es uno de los mares más peligrosos del mundo, en un viaje fascinante con olas de más de cuatro metros donde pudimos ver centenares de ballenas, pingüinos e icebergs por todos lados», revela en declaraciones a Europa Press.

Pérez del Campo explica que los plásticos que han encontrado hasta ahora han sido hallados en todos los ecosistemas antárticos, desde los ríos y los glaciares hasta las costas e incluso en la fauna. Hay «muchísimos pélets en las heces de los pingüinos y la verdad es que el impacto que está teniendo en la Antártida, cuando se pensaba que era un lugar totalmente virgen y que estaba fuera de toda contaminación, está siendo tremendo».

Se encuentra en la base científica antártica uruguaya 'Artiga', en la Isla Rey Jorge, un país que también tiene otra base científica llamada 'Ecare' en la zona continental, que es de difícil acceso y en la que no se había hecho ciencia hasta ahora porque prácticamente no ha tenido presencia humana. A esta segunda base espera poder acceder también: «Es una de las zonas más interesantes para estudiar los microplásticos, con la mayor concentración de pingüino Adelia de todo el mundo».

Este sábado 17 de febrero concluye la expedición en la Antártida, «un sitio muy interesante para poder ver las consecuencias que han tenido los plásticos y microplásticos en ese ecosistema».

Así pues, el reportaje mostrará la «catástrofe» que ha supuesto verter miles de toneladas de pélets al mar. En Hong Kong, por ejemplo, después de 15 años la costa estaba todavía llena de pélets, «por muchas y muchas limpiezas que se iban haciendo de manera periódica». «Esperemos que eso no sea así y se solucione. Intentaremos poder documentar cuál ha sido la realidad que se ha vivido y cuáles son las consecuencias desde el ámbito científico que va a tener», añade.

La estancia en la Antártida es posible gracias al proyecto Antarplás de la Universidad de la República de Uruguay, que lleva más de ocho años investigando la presencia y los efectos de los plásticos y los microplásticos en esta zona, en colaboración con la Universidad Autónoma.