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El espíritu de Gallito fundido al alma morantista en Talavera

El maestro resucita al rey de los toreros, y Talavante, que hace pleno de orejas, y Rufo salen a hombros

Morante y Antonio Rubio, propietario de 'La Caprichosa' ABEL MARTÍNEZ

Alicia P. Velarde

Talavera

Hace 105 años un toro mató a Joselito en Talavera. Pero el rey no murió, ni se acabaron los toros como dijo el Guerra. Están más vivos que nunca, y el espíritu de Gallito estuvo en el ruedo mientras toreaba Morante. Más bien parecía estar dentro de Morante. Por él intentó torear el cigarrero al cuarto con el capote. Preciosa la intención, desesperante la actitud del berrendo, que no presagiaba lo mejor. No fue así, y no gracias al animal, muerto en vida, sino a un inspirado Morante, que, olvidando lo que tenía delante, plantó un homenaje a José en los desplantes y formas, mientras sentaba cátedra de cómo arrancar una oreja a un toro que perfectamente podría haber sido devuelto.

Un marmolillo había salido en primer lugar. Llevaba la cara por las nubes y no paraba de puntear. Por si fuera poco, el viento soplaba de una manera muy molesta. El animal era soso y deslucido a más no poder. Pero con todo, bajo los sones de 'Suspiros de España', dio Morante unos muletazos para que suspirara Talavera, porque sólo él saca un desdén como el que hizo en el torerísimo inicio de faena, o unos naturales tan profundos a semejante ejemplar. Le buscó las vueltas a tal punto que casi resultó prendido en un par de ocasiones.

Algo distraído, aunque con más vida -cosa fácil- fue el segundo. Talavante lo bordó en una faena ligada y templada por ambas manos, con un natural eterno, preciosos cambios de mano y unas bonitas 'luquecinas', a tenor de todo lo hecho. Se volcó en la suerte suprema, y el toro, exprimido al máximo y ya muy parado, le esperó y le dio un golpe, que le dejó baldado un buen rato.

Muy soso era el quinto, cuya única virtud fue la fijeza. Alejandro, ya recuperado, volvió a mostrar su mejor versión, pero con un toro a media altura que no dice nada y se defiende es muy difícil. Le echó alegría el extremeño, que anduvo muy por encima, y cortó otras dos orejas tras otra buena estocada.

Buen tercio de rehiletes protagonizaron los subalternos de Tomás Rufo en el tercero, que brindó el matador al público. El toro tenía una capa parecida a la de aquel 'Licenciado' de los Lozano que inmortalizó El Juli, y un inicio similar intentó hacerle Tomás. Pero el alcurrucén no tenía nada que ver. No humillaba ni por equivocación y no tenía apenas recorrido. Muy firme estuvo el toledano, especialmente al natural, pero el animal no duró nada.

No mejoró el encierro el cierraplaza, un animal sin fuerza ni alegría al que logró engolosinar Rufo hasta hacerlo parecer mejor en sus manos. Tomás no estaba dispuesto a dejarse ganar la pelea en su casa, y eso dejó claro exprimiendo al máximo a su oponente de forma inteligente y haciendo muestra de su gran técnica.

Ficha técnica

Plaza de toros de Talavera De La Reina. Domingo, 18 de mayo de 2025. Toros de Alcurrucén, mansos, sosos y sin humillación.

- Morante de la Puebla, de gris y oro. Pinchazo, estocada corta perpendicular y descabello (silencio). Estocada (oreja).

- Alejandro Talavante, de azul y oro. Estocada (dos orejas). Estocada (dos orejas).

- Tomás Rufo, de azul marino y oro. Dos pinchazos, media y descabello (silencio). Estocada (dos orejas).

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