No fue un día cualquiera
Sus Majestades los Reyes de Oriente visitaron a los niños que estaban ingresados en el hospital
Al bebé de la fotografía de Abel Martínez se le pusieron los ojos como platos cuando un señor con una barba de color casi platino le cogió en brazos inopinadamente. El pequeño, vestido para la ocasión con su pijamita blanco del hospital de Talavera de la Reina ... , se aferró a su chupete de color azul como el mejor aliado ante un personaje al que, con el tiempo, le pondrá nombre, cargo y ubicación: Melchor, uno de los tres Reyes Magos venidos de Oriente. El de la barba rubia casi cana se paseó ayer por el hospital con sus dos compañeros, Gaspar y Baltasar, que alegraron la mañana a niños y mayores.
No fue un día cualquiera en este centro sanitario. Tampoco lo fue en los pueblos de la provincia por donde los Reyes Magos, arropados por miles de personas, desfilaron la tarde-noche del martes antes de dejar los regalos en viviendas, residencias de ancianos y hospitales , entre otros lugares.
Por ejemplo, en Quintanar de la Orden, los Magos de Oriente se pasearon por la biblioteca municipal y la residencia de las Hermanitas de los Desamparados para arrancar la sonrisa de los ancianos. Luego, y después de adorar al niño Jesús en el belén del Ayuntamiento, participaron en el desfile por las calles y repartieron regalos. Además, hubo un pequeño ágape popular, compuesto de roscón y chocolate.
En Torrijos, una comitiva de coches clásicos acompañó a los Reyes Magos en su cabalgata, que terminó en la plaza de España . Aquí también hubo regalos para los niños. Como tampoco faltaron en Villacañas, donde una vistosa comitiva compuesta por cuatro carrozas acabó su recorrido en el Ayuntamiento.
El frío que invadió la provincia no frenó a la gente, que salió a la calle para saludar a los Reyes Magos. Hasta las pitufas se pasearon por Sonseca y dieron aún más colorido al desfile, con parada en la vivienda que el Ayuntamiento gestiona para ancianos. Tampoco fue ayer un día cualquiera en el colegio Nuestra Señora de los Infantes de Toledo, donde el Colegio Oficial de Aparejadores de la provincia y los Reyes Magos entregaron regalos. Retomaron así su tradicional fiesta infantil después de dos años de interrupción.
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