«Mi ex se ha vuelto loca»: el hombre apuñalado en la espalda y en el pecho en Escalona se recupera en el hospital

«Mi ex se ha vuelto loca», cuenta el herido, de 43 años, desde el Hospital Universitario de Toledo, donde ingresó muy grave, la madrugada del domingo al lunes, por las puñaladas que le han afectado un pulmón y un riñón.

Desde la cama de la habitación, Jesús relata a ABC que se encuentra «regular», aunque mejora. Según su testimonio, Zaira debió de entrar en torno a las tres de la madrugada en el domicilio que ambos compartieron hasta hace pocas semanas en la urbanización Ribera del Alberche. Es la casa en la que residió la madre de Jesús hasta su muerte, en la calle Robledo del Mazo, y donde el hombre vive solo tras romper la relación.

Sin embargo, Jesús desconoce cómo Zaira pudo entrar a la vivienda o si ella podría haber estado oculta en la casa hasta que él se durmiera: «Quizá no eché la llave o podía tener una copia. No lo sé», responde. El caso es que la mujer lo atacó mientras él estaba en la cama: «La tenía enfrente como loca, con un cuchillo en la mano, y me apuñaló en el pecho y en la espalda«.

Tras forcejear con ella, consiguió echarla de casa. «Me dijo que soy un hijo de puta con el cuchillo en la mano y salió corriendo», continúa Jesús, que después buscó el teléfono para pedir socorro. El servicio de emergencias 112 de Castilla-La Mancha activó el protocolo y envió una UVI móvil, que lo trasladó al Hospital Universitario de Toledo.

Zaira fue arrestada el mismo lunes y pasó a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Torrijos, en funciones de guardia. Tras tomarle declaración, se decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza, como presunta autora de un delito de homicidio en grado de tentativa. Ingresó en la cárcel de mujeres de Alcalá Meco poco minutos antes de la medianoche, cuando no se habían cumplido las primeras 24 horas del ataque a Jesús. «Ella no dijo nada en el juzgado, sólo llorar», aseguran a ABC fuentes consultadas.

Zaira y Jesús son muy conocidos en este pueblo de unos 3.500 habitantes. «Era una relación tóxica», apunta un conocido de Jesús desde hace años. «Ella no lo dejaba vivir, es muy celosa -afirma-. Cuando vivían juntos y no veía a Jesús, lo llamaba constantemente. Siempre estaba detrás de él».

Sin embargo, no hay denuncias en la Guardia Civil entre la pareja cuando se van a cumplir seis meses del homicidio de Elena, una mujer embarazada de nueve meses -le quedaban cinco días para salir de cuentas-, que fue asesinada en este mismo municipio el Día de los Santos Inocentes. Jesús conocía a la fallecida, era amigo de un hermano y fue uno de los primeros en llegar a la vivienda poco después del crimen. Allí se encontró con los hijos menores de Elena. «Ella estaba con él por miedo, por temor. Cada vez que ella salía, no la dejaba», declaraba entonces Jesús a los medios de comunicación sobre la relación entre el asesino y su pareja.

Medio año después, aquellas palabras recuerdan la intrahistoria que puede haber detrás del intento de homicidio de Zaira. Ella pasará su tercera noche en una cárcel donde hay unas 700 internas.