juicio por el crimen de gálvez
«Yo no quería matar a Jesús»: admite la autoría llorando en el derecho a la última palabra
El acusado se había negado a declarar en la primera sesión, ni siquiera a preguntas de su abogado. Culpa a Emilia, pareja del fallecido, de «llevarme a esta situación, la de odiar a Jesús»
Emilia, la pareja: «Me hice la muerta y tuve suerte; si no, yo también estaba bajo tierra»
Toledo
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Iniciar sesión«Ella fue la que me llevó a esta situación; yo no quería matar a Jesús». No es frecuente que en la última frase del derecho a la última palabra se escuche lo que se oyó inesperadamente este miércoles en la sala noble de la ... Audiencia Provincial de Toledo. El acusado, Vasile Soporan, reconoció entre lágrimas haber acabado de dos puñaladas con la vida de Jesús Bejerano Sánchez en su domicilio de Gálvez la noche del 19 de diciembre de 2021, cinco días antes de que el anciano cumpliera 78 años. Y también hirió a la pareja del fallecido, Emilia, 42 menor que Jesús, con el que tenía una hija de tres cuando sucedieron los hechos.
El procesado, rumano como Emilia, se había negado el lunes a contar su versión y no respondió a las preguntas de nadie, ni siquiera a las de su abogado. Permaneció impasible el martes y también este miércoles, hasta la recta final del juicio. Entonces comenzó a realizar algún gesto a ojos del jurado popular, que había escuchado una pormenorizada explicación de los dos médicos forenses que examinaron el cadáver. «Dos puñaladas muy profundas» le provocaron la muerte a quien sus vecinos conocían por Jesús 'Clotilde', que pudo ser atacado con un cuchillo distinto a la pieza de convicción.
Pero cuando nadie se lo esperaba, probablemente ni siquiera su abogado, el corpulento acusado sorprendió con una declaración de doce minutos en el derecho a la última palabra. «Yo creo que Emilia estaba conmigo por sexo y con Jesús estaba por dinero. Ella fue la que me llevó a esta situación y yo no quería matar a Jesús», tradujo Crina, la intérprete judicial de rumano, al tiempo que él lloraba y se echaba las manos a la cabeza.
«Ha llegado a confesar ser el autor de los hechos», advirtió seguidamente Luis Gálvez, el abogado de la acusación particular que representa a Emilia. Y a petición del fiscal, Justo Gallardo, la presidenta del tribunal avanzó que al jurado se le iba a facilitar el testimonio de Vasile en la fase de instrucción «por si hay contradicciones», puntualizó la magistrada, María Jiménez.
Vasile, de 50 años, acababa de echar por tierra todo el trabajo de su letrado, Agustín Gómez. Este abogado del turno de oficio había intentado sembrar en el jurado el principio jurídico 'In dubio, pro reo' (en caso de duda, a favor del acusado), a pesar de las manchas de sangre y de pruebas biológicas de Jesús en ropa y zapatillas de Vasile. «Si lo tenían tan claro, aquí estoy yo para generarles dudas», terminó sus conclusiones definitivas, solicitando la libre absolución.
Antes que él, hablaron el fiscal y el abogado de la acusación particular, que se mantienen en que Vasile mató a Jesús e intentó hacerlo con Emilia, según su letrado, aunque el representante del Ministerio Público lo rebaja a un delito de lesiones.
Tal vez lo que no se imaginaba el defensor de Vasile era que podía volver a ocurrir con su cliente lo había contado al jurado en su alegato final: «Entre los defendidos que he tenido, ha sido el más difícil porque me ha llevado la contraria en todo. Le dije que tenía el derecho a no declarar en fase de instrucción, y declaró lo que quiso».
En efecto, en el turno a la última palabra el díscolo acusado lo sorprendió otra vez. Contó que María no era hija de Jesús y que él llegó de Rumanía a España gracias a Emilia, con la que mantuvo una relación sentimental que se rompió por los malos tratos que ella denunció.
«Le dije que se lo pensara bien -afirmó ante el jurado- porque Jesús podía ser su padre, y yo había ido a prisión dos veces por pegarla porque era muy celoso». Relató también que, «cuando Jesús se iba a la finca a las cuatro de la tarde, Emilia me llamaba para decirme que fuera a su casa porque Jesús volvía sobre las nueve».
Aseguró a continuación que «Emilia me decía que se quería casar conmigo y venirse a Rumanía, pero no podía hacer esto porque la niña, María, llevaba los apellidos de Jesús y por eso estaba con él». «Insistí varias veces a Emilia que me dejara en paz», pero «fue ella la que me puso en esta situación de odiar a Jesús».
Un triángulo tormentoso que acabó en tragedia
Manuel MorenoVasile será juzgado por matar a puñaladas a Jesús 'Clotilde', de 77 años, en diciembre de 2021 en Gálvez. Se le acusa también de acuchillar a su compañera sentimental, de 38, que había sido pareja del procesado. Se enfrenta a 23 años de cárcel por cinco delitos
Vasile se quejó también de que un teléfono que la Guardia Civil le intervino, y que «me lo había comprado Emilia el mismo mes de los hechos», no se investigó. «Había mucha información sobre mensajes y llamadas con Emilia. Fue ella la que me provocó ir allí. Pegué dos veces a Jesús por culpa de ella», espetó cuando el potente aire acondicionado, ya arreglado, enfriaba el ambiente.
El encartado culminó su dilatado derecho a la última palabra con su inopinada confesión, mientras su abogado y el de Emilia se miraban delante del jurado, que recibirá este jueves el objeto del veredicto para que decida si Vasile es culpable o no.
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