Una médico de 64 años sufre la agresión de dos pacientes en el centro de salud de Camarena

Según fuentes consultadas por 'ABC', la médico estaba de guardia atendiendo en el centro de salud cuando recibió un aviso para acudir a una urgencia en el exterior. El hecho de que tuviera que salir del centro molestó al matrimonio, que reaccionó agrediendo a la facultativa. Ella adjuntará un parte de lesiones a la denuncia.

Al conocerse la agresión, la directora médico de la Gerencia de Atención Primaria de Toledo, Olga María Fernández, y el director de Gestión, Hugo Muñoz, se desplazaron al centro. Luego Olga María acompañó a la médico en el hospital. Desde el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, han confirmado a ABC que la institución se personará como acusación particular contra los presuntos agresores.

La agresión ha sucedido horas después de que el Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Camarena presentase cerca de 600 firmas de vecinos en la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Lo hizo Yolanda Contreras, la portavoz del partido en este municipio, acompañada de la secretaria general del PP en Castilla-La Mancha.

A las dos les movía un fin: reclamar más personal sanitario en el centro de salud para «acabar con las carencias sanitarias». «Continuamos con sólo dos médicos de familia y dos enfermeras», relata la representante del PP en un pueblo de unos 4.000 habitantes.

«Desde el comienzo de la pandemia, hemos venido sufriendo incontables problemas», asegura Contreras en el escrito que acompaña las firmas. Se refiere a «largos tiempos de espera, tanto para ser atendido como para una simple receta». Además, «en los últimos tiempos, tenemos médicos de cabecera que se encuentran de baja y sus puestos no han sido cubiertos». Al contrario. «Hay consultas con médicos suplentes que sólo están unos días o unas horas», denuncia la portavoz municipal del PP. Una situación que tampoco mejora, dice, con el servicio de Urgencias.

Según Contreras, «hasta ahora, la mayoría de los vecinos han tenido una actitud de paciencia y predisposición para intentar comprender esta situación», Pero después de meses, «e incluso años», la paciencia «se agota y llegamos ahora al límite de lo que nuestra dignidad nos permite aceptar».