Una médico agredida en Camarena (Toledo): «Hasta que no perdí la consciencia, no me dejaron de golpear»
sucesos
«Por lo menos los han mandado a prisión, que pueden eludir con una fianza de cuatro mil euros cada uno», se consuela la facultativa, a la espera de la celebración del juicio
Toledo
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Obdulia atiende a 'ABC' por teléfono después de la comparecencia, esta mañana, de la pareja en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Torrijos. «Por lo menos los mandaron a prisión (provisional), que pueden eludir con una fianza de cuatro mil euros cada uno», se consuela la facultativa.
Hija de padres españoles, ebanistas que emigraron desde Santander a Venezuela después de la Guerra Civil, Obdulia asegura que escuchó al marido decir durante la agresión: «Maldita extranjera, lo que viene es a matar el hambre aquí».
Ella estaba de guardia, había terminado de atender a una mujer en la consulta y el matrimonio se encontraba en el vestíbulo. Eran alrededor de las once de la mañana. «Acababan de llegar y les dije que tenía dos avisos fuera, que tenía que salir para ver a dos pacientes que estaban en sus domicilios y que no podía atenderlos en ese momento. Que esperasen a que regresara. O que, si estaban muy apurados, fueran a otro centro de salud», continúa Obdulia, que como médico está considerada autoridad pública en Castilla-La Mancha.
«Entonces la mujer me dijo que yo los estaba gritando, que yo era una grosera, que los estaba maltratando. Respondí a la señora que yo no estaba gritando y le enseñé mi tono de voz alto, estando alejada de ella. El marido se metió en el medio, vino a por mí y me dijo que me iba a golpear». El hombre terminó empujando a la médico, a la que arrinconaron. «Fui a salir, la mujer me agarró por el cuello, yo la agarré sus brazos y la empujé para que me dejara salir. Conseguí salir a la calle, al aparcamiento del centro, y allí estaba todavía la paciente que yo había atendido. Al oír los gritos, ella me preguntó qué me pasaba y yo le respondí que me acaban de agredir».
Esta paciencia le sugirió que llamara a la Guardia Civil y Obdulia telefoneó al servicio de emergencias del 112, adonde el marido ya había llamado «porque decía que yo los estaba agrediendo». La médico pidió «por favor» que fuera la Guardia Civil.
Obdulia volvió a entrar para dirigirse al área de descanso que el personal tiene dentro del centro de salud. «Pero no me dejaron llegar y los dos empezaron a agredirme en el pasillo. Traté de meterme en otra habitación, pero también entraron y no me dejaron cerrar la puerta. Me persiguieron y los dos me golpearon. Ella me tenía agarrada por el pechero y me arañó toda. El marido me dio un golpe en el hombro, en la oreja, en la cara... Traté de salir al pasillo, pero ella me volvió a agarrar y me dobló. El marido me golpeó la espalda, el cuello, perdí la consciencia y caí al suelo. Al recuperar el conocimiento, me estaban dando patadas en la espalda. Ella me dijo que me levantara, que me iba a matar».
A pesar de estar maltrecha, sonríe cuando recuerda que tomó una decisión equivocada. «Lamentablemente, debía haber salido corriendo. No debía haber regresado al interior del centro de salud», afirma. «Pero no pensé que iban a seguir pegándome».
Cuando llegaron los sanitarios avisados por el 112, Obdulia había recobrado la consciencia. «El matrimonio permanecía allí; ellos estaban fuera, en el estacionamiento del centro, no se movieron. Yo escuché que él estaba pidiendo la UVI para que lo atendieran porque decía que yo lo había agredido y que la maldita doctora estaba en el piso (suelo)». La paciente que Obdulia había atendido entró en la habitación donde ella se encontraba herida. Le preguntó cómo estaba. «No sé, no me puedo mover», recuerda que contestó «obnubilada».
Una médico de 64 años sufre la agresión de dos pacientes en el centro de salud de Camarena
Manuel MorenoUn matrimonio, de 67 y 63 años, ha sido detenido por la Guardia Civil y hay una testigo de este episodio violento, ocurrido esta mañana. Según los primeros datos, la facultativa tenía que salir del centro a atender una urgencia en el exterior, lo que molestó a la pareja
«En la UVI me examinaron, yo tenía muchísimo dolor y pensaron que tenía una fractura de clavícula, pero luego, gracias a Dios, no fue así. Sin embargo, el dolor es muy intenso». Ésta es una de las secuelas ahora mismo: «Tengo una contusión torácica que duele muchísimo, muchísimo. Cada día me duele más. Todos los golpes duelen cada día más. Y en la cara tengo unas heridas, en la nariz, rasguños en todo el cuello, en los brazos y una herida detrás del pabellón auricular izquierdo, para lo que me tuvieron que poner puntos de tensión, de aproximación. No duermo bien».
Por orden judicial, y a la espera del juicio, sus presuntos agresores no pueden aproximarse a menos de 500 metros de Obdulia, que es médico desde 1986 y ejerce en España desde 2005. «Cuento mi caso por todos los médicos que han sido agredidos y para que, por favor, no vuelva a ocurrir», concluye.
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