Manel Loureiro: «Ganar un premio como el Fernando Lara es lo más parecido a un título nobiliario hoy en día»
El escritor gallego, ganador en 2024 del Premio Fernando Lara con su novela 'Cuando la tormeta pase', llega este jueves a La Puebla de Almoradiel para participar en la novena edición del Festival Literario Nacional 'Almoradiel Lee'
Llega una nueva edición de Almoradiel Lee, del 2 al 9 de febrero
Toledo
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Iniciar sesiónTerenci Moix, Francisco Umbral, Zoé Valdés, Fernando Sánchez Dragó o Ian Gibson son algunos de los miembros de un selecto grupo que ha ganado el prestigioso Premio de Novela Fernando Lara. Algo de lo que puede presumir también desde el año pasado el escritor ... gallego Manel Loureiro con su obra 'Cuando la tormenta pase' (Planeta), que además es uno de los pocos autores españoles contemporáneos que han conseguido situar sus libros entre los más vendidos en un mercado tan complicado como el de Estados Unidos.
Sin irnos tan lejos, Loureiro visitará este próximo jueves la novena edición del Festival Literario Nacional 'Almoradiel Lee', que comenzó este domingo y se celebra hasta el 9 de febrero en La Puebla de Almoradiel (Toledo). Allí, en pleno corazón de La Mancha, por tierras del Quijote, el escritor gallego dará a conocer su novela premiada, un thriller que se desarrolla en la isla de Ons, situada en el Atlántico frente a las costas gallegas, en la que el protagonista, Roberto Lobeira, llega a este lugar en pleno invierno y allí se encontrará con una serie de personas que guardan muchos secretos.
Manel Loureiro gana el Premio de Novela Fernando Lara con 'Cuando la tormenta pase'
Andrés González-BarbaLa obra, un thriller que se ambienta en la isla gallega de Ons, ha recibido una dotación de 120.000 euros y se publicará el próximo 19 de junio
-¿Le han nombrado ya hijo predilecto o adoptivo de la isla de Ons por su novela o prefiere que no sea así, no vaya a ser que sufra las mismas desventuras que el protagonista de la misma?
-Aún no, pero sí que me consta que muchos de los isleños han leído y han disfrutado de mi novela y, para mí, era muy importante que esto pasara porque, en parte, es una reivindicación de su situación histórica. Su realidad es que viven en una especie de anomalía legal, ya que son colonos, no son propietarios de sus casas.
-Siempre se dice que todas las novelas tienen algo de autobiográfico y, de hecho, usted cuenta que, como Roberto Lobeira, pasó un invierno en la isla para inspirarse de cara a la escritura de su libro. Supongo que, en su caso, los hechos que relata no hayan llegado a tanto. ¿Me equivoco?
-Desde que Roberto pone un pie en Ons, prácticamente en cada página corre riesgo de lo que suceda algo terrible porque, sin ser consciente de lo que está sucediendo, sirve como disparador de muchas tensiones acumuladas que, de repente, comienzan a explotar, y todo ello en un espacio muy pequeño y que, encima, está incomunicado en pleno invierno. En mi caso, aunque los escenarios son los mismos y las circunstancias son iguales, yo el único riesgo que corrí fue morir de empacho porque una de las vecinas de la isla, Palmira, se dedicó a cebarme con sus ricas comidas para que no pasase hambre. En cualquier caso, como toda novela, hay carga autobiográfica y, además, yo necesito recorrer físicamente los lugares donde voy a ubicar mis historias porque, tan sólo así, puedes captar un montón de detalles: cómo huele un sitio, si es frío o caliente, húmedo o seco, determinados sonidos, … para crear una atmósfera más envolvente y más aún en una novela en la que el escenario es un protagonista más.
-En cualquier caso, ¿por qué eligió ese escenario de la isla de Ons y qué le atrajo de ella?
-Cuando llegué allí me di cuenta de que se trataba del lugar ideal para contar una historia como la de 'Cuando la tormenta pase', ya que tiene todos los elementos necesarios para la novela que quería escribir. Por una parte, es una isla que está a la vista de todos, frente a una de las costas más turísticas de España, como son las Rías Baixas, a pocos kilómetros de Sanxenxo, pero al mismo tiempo, siendo un lugar muy visitado en verano, en invierno está casi desierta e incomunicada, pues el servicio de ferris se interrumpe y la isla sufre cortes de fluido eléctrico, por lo que a lo largo del día hay tan sólo unas pocas de electricidad. De este modo, a poca distancia de la civilización, existe una isla que, en algunos meses del año y durante algunas horas, parece vivir en el siglo XIX. Este escenario, por lo tanto, es perfecto para ambientar un thriller de odios rurales que, cuando explotan, se transforman en incendios voraces incapaces de detenerse, con la salvedad de que, una vez que se desatan, el protagonista no puede huir ni puede avisar a las autoridades.
-El recurso del folklore y la mitología gallega es una constante en muchas de sus novelas y de las de otros muchos autores del género negro y del thriller. ¿Existe, como muchos ya le llaman, un subgénero llamado 'Galician noir'?
-Las etiquetas no dejan de ser eso, etiquetas, en las que yo no creo. Pero sí que existe una constante en todo el norte de la península ibérica que coincide con la tendencia de varios autores del género de utilizar el folklore y los escenarios propios de esas latitudes para construir historias con elementos de suspense y del thriller. Todo ello son ingredientes ideales para explicar por qué la gente actúa de una determinada manera y le da una capa adicional a las novelas, con unos paisajes naturales únicos: valles profundos y húmedos rodeados de bosques cubiertos de niebla. Y, por otro lado, un paisaje humano caracterizado por pueblos aislados y pequeños donde todo el mundo parece guardar un secreto.
-Llega el próximo jueves al Festival Almoradiel Lee, en plena comarca de La Mancha, al corazón de la península ibérica, muy lejos de esos paisajes y escenarios. ¿Cree que los lectores de lugares como éste comprenden y se empapan de esas historias y las valoran igual que sus paisanos?
-Estoy absolutamente seguro. 'Cuando la tormenta pase' es un libro que ya se ha publicado en más de veinte países, que se ha traducido a varios idiomas y llegará a Estados Unidos en enero. Si mi libro lo puede entender un lector de Wisconsin, lo puede hacer un manchego u otro de cualquier lado porque, al final, las historias son universales, puesto que lo que nos interesa es conocer los conflictos que tienen los personajes, independientemente de donde sean o donde transcurran los hechos que se relatan.
-Lo que es indudable es que este tipo de historias tienen cada vez más seguidores y, prueba de ello, es la adaptación de muchas de ellas al mundo audiovisual, que usted tanto conoce. Pero, en su opinión, ¿no cree que hay una saturación de novelas y series de este tipo?
-La literatura, el cine y la televisión funcionan por modas y es evidente que hay unos géneros que están más en boga que otros, pero eso no significa que los otros géneros desaparezcan, y la percepción tiene que ver con el gusto de cada uno. Si te gustan, siempre te va a parecer que hay pocas obras de este tipo y, si no, todo lo contrario. De hecho, yo creo que estamos como siempre, lo que pasa es que ahora se pone más el foco en este tipo de historias porque hay un mayor número de público que las ha descubierto.
-¿Qué ha supuesto para usted el premio Fernando Lara por su novela 'Cuando pase la tormenta'?
-Es un antes y un después. Estamos hablando de unos de los premios literarios más prestigiosos que existen en lengua castellana. Algo de lo que pueden presumir autores como Francisco Umbral, Terenci Moix, Fernando Sánchez Dragó, Ian Gibson, Zoé Valdés, … Tú ves la lisdta de ganadores y te quedas aterrorizado y te empequeñeces porque te sientes como un enano a hombros de gigantes. En ese momento eres consciente de que pasas a formar parte de una lista exclusiva de autores muy reconocidos, lo cual te da prestigio y un espaldarazo a tu carrera literaria, independientemente de si vendes poco o mucho, pero sobre todo por la enorme responsabilidad que supone ese galardón, ya que sabes que todo lo que escribas a continuación va a ser observado con lupa. En definitiva, como me dijo una amiga ganadora del Planeta, ganar un premio como el suyo o el Fernando Lara no te hace ni mejor ni peor escritor, pero es lo más parecido a un título nobiliario que puedes obtener hoy en día, tanto a nivel profesional como personal, porque te otorga una dosis de autoritas abrumadora. Eso sí, como decía Spiderman, «un gran poder implica una gran responsabilidad».
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