Llegó a Gran Canaria tres meses antes de cumplir los 18 años y tenía que esperar su cita para un reconocimiento médico que revelara su edad. Tuvo que buscarse la vida. «No me ayudaron, solo tenía partida de nacimiento y directamente me fui a Madrid». Un amigo, al que ya ayudaba 'Somos Acogida', le dio el teléfono de Emilia. «Era muy tarde, vino a buscarme una voluntaria y me acompañó a un hostal donde pasé la noche», relata, y al día siguiente se trasladó a la casa de La Puebla de Almoradiel, donde residió desde marzo de 2023.
Todavía no tenía papeles ni pasaporte y Emilia y la asociación lo ayudaron a conseguirlos. Al principio nada iba bien, los papeles y la residencia le costaron más de un año. En ese tiempo asistía a cursos, estudió la ESO, también español, pero ahora, con 21 años, tiene un contrato indefinido en una fábrica de Quintanar de la Orden y ha alquilado una casa.
«En el tiempo que pasé en la Casa de la Solidaridad aprendí mucho, realicé tres formaciones, tengo un diploma en soldadura y la ESO. Aprendí a preparar platos como paella, tortilla de patatas y ahora quiero tener el carné de conducir».
Diallo, como le conocen, tiene madre y seis hermanos en Guinea, a los que después de nueve años ha vuelto a ver esta Semana Santa, y a quienes envía dinero cada mes. «Gracias a la asociación todo ha ido rodado. A Emilia no sé cómo darle las gracias, todo ha cambiado y estoy ayudando a mi familia», concluye tremendamente agradecido a 'Somos Acogida' y a su fundadora.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete