García Pulido, en el kilómetro cero como matador de toros

Nacido ya en el siglo XXI, estudiante de Derecho y Administración de Empresas y casi, casi matador de toros. «Más que nervios, tengo mucha responsabilidad. Es un día muy importante en mi carrera; doy un nuevo paso en esta aventura tan larga y estoy con mucha ilusión por que salga el toro», afirma 48 horas antes de hacer el paseíllo en el último festejo de 'La Candelaria', la feria que descorcha la temporada en España, con Miguel Ángel Perera de padrino, Paco Ureña de testigo y toros de Alcurrucén.

Lo curioso es que hace tres años, el 2 de mayo de 2021, García Pulido fue el novillero elegido para el festival con el que se reabrió la plaza de Las Ventas en plena pandemia, compartiendo igualmente cartel con Perera y Ureña. «Entonces no sabía si llegaría a tomar la alternativa ni mucho menos con quién. En realidad, hasta finales del año pasado no me hice a la idea de que iba a llegar pronto», reconoce. Había «otras opciones encima de la mesa, pero en consenso con mi apoderado, Gerardo Roa, vimos los pros y los contras y la de Valdemorillo ha sido la que más nos ha cuadrado». «Yo prefería tomarla a principios de año», desvela sobre un factor decisivo.

Además, dentro de tres meses, el viernes 10 de mayo, confirmará la alternativa en la primera corrida de la Feria de San Isidro, en una terna de auténtico lujo con Morante, Diego Urdiales y toros de Alcurrucén otra vez. «Para mí es más importante la alternativa por el simple hecho de que es ahora y lo otro es en mayo. Mi cabeza está puesta en Valdemorillo, no en Madrid», asegura.

Afincado en Añover de Tajo, en la finca de su primo Sergio Pulido, que también fue novillero con picadores, García Pulido entrena en la plaza de toros y en el pabellón de Villaseca de la Sagra, donde se juntan unos cuantos profesionales: Álvaro Lorenzo, Esaú Fernández, Francisco Montero, Jorge Molina, Álvaro Seseña, Sergio Rodríguez... Y mientras pueda seguirá yendo a la Universidad Rey Juan Carlos: «Todos los años saco asignaturas; voy un poco más lento que mis compañeros porque no me da, pero la carrera no la dejo».

A Valdemorillo llega con un balance de 38 festejos. Toreó dos en 2019, ninguno en 2020, cuatro en 2021, 16 en 2022 y otras tantos en 2023. «Ha sido una etapa que ha estado marcada por la pandemia y en la que he ido de menos a más. Cuando gané el Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid en 2022 pegué un salto, se me abrieron las puertas de las principales ferias y conseguí posicionarme para 2023», relata.

Y el año pasado arrancó precisamente en Valdemorillo, quedó triunfador y fue la temporada en la que «mostré mi mejor versión». Dos orejas en tres tardes en Madrid, reconocido en el suroeste francés y, sobre todo, vencedor del 'Alfarero de Oro' de Villaseca.

Ahora empieza otra carrera, la de matador de toros, aunque antes deberá superar un trago: «El peor momento es cuando voy de camino a la plaza. Ese rato en la furgoneta es bastante malo; y en el patio de cuadrillas se pasa regular».