Amenazas y agresiones, el día a día que denuncia el personal del centro médico de 'El Quiñón'

En estas viviendas, algo más de 5.000 construidas por Francisco Hernando 'El Pocero' y en las que residen unos 10.200 habitantes, se ha detectado últimamente la llegada de familias que han ocupado ilegalmente pisos vacíos y sus moradores no son nada sociables e intimidan a los vecinos. Y también a los trabajadores del consultorio médico.

«Simplemente porque no les has dado cita, o has tardado en atenderles o no les gusta cualquier cosa que dices, te amenzan, insultan . Es el día a día, vivimos atemorizados. El hecho de no atendenderles, porque no hay hueco, puede suponer tambien patadas y destrozos del mobiliario, agresiones verbales y también físicas, dentro y fuera del centro», añade otro trabajador.

Entre los muchos pacientes que llegan a esta instalación sanitaria inagurada por el presidente Emiliano García-Page en diciembre de 2017, se intercalan «agresiones por armas blancas o un chico al que le dieron un hachazo en la cabeza o conocemos el caso de una mujer rusa a la que unos compatriotas lanzaron por la terraza; son a veces cabecillas de bandas dedicadas a la distribución de drogas, muy peligrosos», asegura otra de las trabajadoras del centro a la que han enviado muñecas vudú.

A dos enfermeras del consultorio médico les han destrozado el coche. «Da mucho miedo. Si dejas el vehículo alejado, lo pasamos mal hasta llegar a cogerlo de nuevo para volver a casa y si lo dejas cerca del consultorio, ya saben de quien es y corres el riesgo de que carguen contra el vehículo como hizo una señora hace un tiempo, dando marcha atrás y adelante empotrándose en mi coche para romperlo, o nos rajan las cuatro ruedas».

El personal tiene mandato de la Policía Local de Seseña de no acudir a ningún domicilio del barrio sin su compañía. «Es un núcleo donde se ve actuar muchas veces al Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional», detalla otro profesional.

Por todos estos motivos, los profesionales de este consultorio -un pediatra, dos médicos de familia, un administrativo y dos enfermeras-, que depende del Centro de Salud de Seseña, han solicitado reiteradamente a la Gerencia de Atención Primaria un guardia de seguridad, para trabajar de manera segura y estar protegidos, ya que consideran por todo lo expuesto, que es un sitio peligroso. Es más, afirman que cuando hay que cubrir una plaza o sustituir a un trabajador, aunque se recurra a la bolsa de empleo, lo rechazan. «Nadie quiere venir», matizan.

Desde la Gerencia de Atención Primaria explican a ABC que son conocedores de este problema y es un asunto que abordarán en una próxima reunión del Observatorio de la Violencia del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), donde se propondrán medidas.

Este órgano, integrado por la Administración regional, colegios profesionales, organizaciones sindicales y fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, decide sobre las medidas policiales a adoptar frente a las agresiones a profesionales de la salud.

La finalidad del Observatorio es conocer, analizar y evaluar situaciones de riesgo de agresiones al personal del Sescam, así como proponer actuaciones de prevención y contempla, además, procedimientos para actuar frente a situaciones de conflicto y agresión, minimizar tiempos de respuesta y evaluar el nivel de aplicación, desarrollo y eficacia de los mismos, informa el Sescam en su página web.