Sigue la atención y apoyo a los vecinos: «cuantificar daños puede esperar»

Sin embargo los desperfectos y pérdidas están aún por valorar, pues los ayuntamientos están más centrados en ayudar a las familias afectadas que en cuantificar los daños . Es el caso de Cobisa (4.800 habitantes), donde la crecida del arroyo de La Degollada, en cuyo cauce y zonas cercanas hay cientos de viviendas construidas, el agua y el lodo han arrasado unas 130 viviendas. Algunos de estos vecinos pueden residir en la segunda planta pero otros muchos han tenido que abandonar sus casas y buscar cobijo en las viviendas de vecinos, familiares o amigos.

El concejal responsable del área de Obras y Servicios Generales, Fernando Muñoz, explica a ABC que toda la labor municipal de estos días se ha centrado en facilitar a los damnificados todo lo necesario y aunque han quedado también muchas infraestructuras munipales dañadas, su prioridad son ahora los vecinos y sus viviendas.

El Ayuntamiento de Cobisa ha puesto en marcha una oficina de asesoramiento a los afectados por la DANA, un servicio que estará abierto los martes y jueves por la tarde con el objetivo de ayudar a los vecinos con la tramitación de las ayudas, pues la pasada semana el Gobierno de Castilla-La Mancha pidió la declaración de zona catastrófica (ahora se denomina zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil) para los municipios más castigados, entre ellos la ciudad de Toledo y otros cercanos.

También se están planteando desde el ayuntamiento librar a los habitantes afectados de algunos impuestos y ayudarles con facturas.

Pero sobre todo lo que desean es que estas inundaciones no se vuelvan a repetir. Por ello, el alcalde de Cobisa, Félix Ortega, ya ha pedido una reunión con la Confederación Hidrográfica del Tajo, de la que depende el arroyo de la Degollada, que se desbordó por las tormentas caídas el pasado 1 de septiembre.

La limpieza de las viviendas continúa mientras tanto. Hay que sacar kilos y kilos de deshechos (muebles y otros enseres destrozados) y de barro.

En Cobisa ya se habían producido otras inundaciones, las últimas en 2018, pero nunca de las dimensiones de estas últimas.

También el Ayuntamiento de Cobisa, ante las llamadas de vecinos que quieren ayudar económicamente a las personas afectadas por las terribles inundaciones del pasado día 1 de septiembre, ha abierto dos cuentas municipales para este fin, siempre indicando la palabra donativo en el asunto. Están en Liberbank: ES08 2048 6124 1734 0000 0390 y en Caja Rural de Castilla-La Mancha: ES57 3081 0056 8911 0521 8729.

En Guadamur (1.870 habitantes), a unos 13 kilómetros de Cobisa, el arquitecto municipal sí ha valorado los daños en las infraestructuras públicas. Superan los 700.000 euros, según detalla a ABC la alcaldesa Sagrario Gutiérrez. «Los desperfectos o pérdidas de dotaciones municipales se repararán, pero vamos a ver las ayudas cómo llegan y cuándo», se pregunta.

En este municipio, situado a 12 kilómetros de la capital regional, la corriente del agua arrasó el pavimento de calles, parques, vallados (entre ellos el del yacimiento arqueológico de Guarrazar), pero lo más grave fue que el agua entró en el teatro auditorio (más de un metro de agua en la parte más baja), en el gimnasio, la pista de tenis o el parque del Prado. «En las 200 viviendas afectadas los daños no fueron grandes en su estructura, sí en casi un centenar de garajes que la gente utiliza como trasteros y donde todo se ha echado a perder. No se cómo una señora de Parla vio una vivienda donde todo el mobiliario quedó destrozado y se ha comprometido a comprar todos los muebles», dice Sagrario Gutiérrez. Quizá haya sido el llamamiento que ella realizó por redes sociales y por ello consiguió movilizar a un gran número de jóvenes de la localidad para recuperar el anterior aspecto del municipio. El trabajo de los voluntarios y empleados municipales hizo que se notara mucho la diferencia en un par de días.

Los desperfectos también han sido cuantiosos en fincas de su término municipal, como Dehesa Nueva o una explotación de caza mayor, donde unos 250 animales han salido tras romperse las vallas perimetrales. Además la rotura de la tubería de abastecimiento, que lleva el agua desde el cerro de los Palos a Guadamur y Polán, dejó a a estos dos municipios sin agua hasta la medianoche del día 2 de septiembre. A pesar de todo, la alcaldesa es optimista y se muestra más que satisfecha de que los daños no hayan sido personales.

En Polán (4.000 habitantes) y a solo cinco kilómetros de Guadamur, la riada también dañó numerosas viviendas, los campos y también se han perdido vehículos. Su alcalde, Pedro Cano, matiza que en unos días podrán hacerse una idea de las pérdidas, tanto en dotaciones públicas como en viviendas. «Lo que sucede es que muchas personas tienen aquí una segunda vivienda y como aún no han podido venir, desconocemos la relación de daños. No todos los vecinos han aportado el impreso que facilitamos desde el ayuntamiento para detallar los desperfectos», matiza.

En Argés (6.200 habitantes), el Ayuntamiento está trabajando en la elaboración de una línea de ayudas municipales para la reparación de los daños de la DANA, la reconstrucción de las infraestructuras afectadas y la recuperación económica de los damnificados. Los afectados deberán enviar a la dirección ayuntamientoarges.arges@gmail.com , la información de los domicilios afectados (dirección, dependencia inundada, bienes afectados y valoración de las pérdidas sufridas) antes del próximo día 30 de septiembre