La Policía local de Casarrubios rotula un coche patrulla con el nombre de Roberto al cumplirse tres años de su desaparición

Coincidiendo con la fecha del funesto aniversario, el último coche oficial adquirido por el Ayuntamiento para la Policía local lleva rotulado a ambos lados el nombre de quien fue auxiliar de policía en este pueblo del partido judicial de Illescas. La e simboliza el lazo verde que se distribuyó entre la ciudadanía con motivo de su desaparición, y por ese motivo lo han incorporado.

El otro coche patrulla ya fue rotulado con el sobrenombre de 'General' al cumplirse un año de la desaparición de Roberto, en 2020. Con ese alias, los policías locales llamaban a su vecino, que también fue inspector de obras del consistorio. «Al año siguiente de desaparecer, el Ayuntamiento compró el coche y lo primero que se hizo fue rotularlo con la palabra 'general' a ambos lados del coche. Algunas personas preguntan qué es eso de general y se lo hemos explicado», cuentan en la Policía local. Como en el caso del vehículo con la inscripción de Roberto, el Z1 lleva la e de general simbolizando el lazo verde.

Es tanto el afecto que tienen a Roberto en la Policía local que tres carteles que la ciudadanía elaboró por su desaparición siguen pegados en las paredes de sus instalaciones, concretamente en el espacio donde está la impresora.

La Guardia Civil no ha dejado de lado este caso. «Se sigue en contacto con la familia y se continúa con las investigaciones. Se ha vuelto a hablar con personas a las que ya se entrevistó en su día y se siguen realizando diversas gestiones», aseguran a ABC fuentes cercanas a la investigación sobre el paradero de Roberto, un jubilado que tenía 64 años cuando se perdió su pista.

Roberto, que no se casó ni tuvo hijos, fue primero alguacil y luego auxiliar de policía hasta que se jubiló. El 18 de febrero de 2019, su todoterreno Suzuki Vitara fue encontrado mal aparcado en El Álamo, un pueblo vecino de la Comunidad de Madrid que se encuentra a 7 kilómetros. Desde un primer momento, llamó la atención que un hombre tan meticuloso y rutinario como Roberto hubiese dejado estacionado su vehículo de esa manera. La Guardia Civil se volcó entonces en esta desaparición «rara» , en la que solo se tenía la pista del todoterreno.

Tres meses después, un albañil fue arrestado por ser quien, presuntamente, extrajo dinero con una tarjeta bancaria de Roberto en dos ocasiones. Unas grabaciones ayudaron a identificarlo, a pesar de que usó un pasamontañas para ocultar su rostro en unas imágenes en las que aparecía acompañado de otra persona.

Además de un delito continuado de estafa, la Guardia Civil lo acusó de la desaparición de Roberto. Los dos eran vecinos, vivían uno enfrente del otro desde hacía poco tiempo. El albañil llegó a ingresar en prisión de manera preventiva el 25 de mayo y permaneció en la cárcel 4 meses, hasta que fue puesto en libertad por la falta de pruebas que lo incriminasen. No colaboró con los investigadores y siempre negó su participación en la desaparición de Roberto, cuyo recuerdo pervive impreso en los dos coches con los que la Policía local patrulla por las calles de Casarrubios del Monte.