Los bordados de Lagartera, una prueba para los aprendices de «Maestros de la Costura»

Antes de llegar a Lagartera el jurado demostrará a los aprendices lo importante que es crear un estilo propio, como hicieron los invitados Alejandra Alonso y Arturo Obegero, dos jóvenes que han triunfado con sus marcas en Nueva York y en París. El reto será diseñar una prenda diferente y representativa de su futura marca, que pueda triunfar en el mercado internacional. Quien no consiga conquistar al jurado será expulsado en esta primera prueba.

Después, el protagonismo de la prueba recaerá sobre los bordados de Lagartera, una técnica artesanal que data de hace más de 700 años , y que supone la transformación de paños y linos de factura casera, que se encontraban de manera habitual en las casas, para su transformación en auténticas obras de arte bordadas a mano. Ambos equipos harán una réplica de un típico vestido de novia de lagarterana que consta de 30 piezas. El jurado concederá dos concesiones: será la primera y la última vez en la historia que un traje de lagarterana se cosa a máquina y solo exigirá la mitad de las piezas, ya que deberán confeccionar los cuatro guardapiés, el mandil y el jugón.

En la prueba de eliminación, los mandiles negros se sumergirán en la moda «trap», que nació en los años 90 en los suburbios de Atlanta (Estados Unidos). Hoy en día, las redes sociales reflejan y dan difusión a esta cultura urbana que llega a mezclar prendas deportivas con elementos de alta costura. Abrigos de pelo, brillos, estampados animal «print», escotes de vértigo o uñas extra largas son algunas de sus características. Contarán con los consejos de dos embajadoras de la moda «trap»: la cantante Bad Gyal y la diseñadora Estel Pérez, fundadora de Astel Batlle, que ha colaborado con Rosalía y La Zowi, entre otros artistas. Los aprendices deberán tomar buena nota para salvarse de la segunda expulsión de la noche.

La grabación de parte de este programa en la localidad toledana de Lagartera forma parte de la estrategia del Gobierno de Castilla-La Mancha para la promoción turística y cultural de la región, que tiene como una de sus líneas de actuación el refuerzo en la atracción de rodajes y producciones audiovisuales que puedan servir para la promoción de Castilla-La Mancha, así como la aparición de los valores patrimoniales y culturales de la región como parte diferencial de su oferta como destino turístico de interior.