El primer gabinete fotográfico de Toledo, en imágenes

rco efímero levantado en Zocodover ante la calle del Comercio, posiblemente en 1865. Vista estereoscópica en albúmina realizada por el gabinete de 'Pedroso y Leal'. Archivo Municipal de Toledo. Colección L. Alba ista estereoscopia del Tajo. Positivo de papel albumina sobre cartulina. En el reverso se aprecia la razón social: Fotografía de 'Pedroso y Leal'. Cordonerías, 18. Toledo. Colección particular Retrato un hombre con un libro en la mano en el estudio que promovió Fernando González Pedroso en la azotea de Cordonerías 18. El trabajo de la galería corría a cargo de A. Leal. Archivo Municipal de Toledo. Colección L. Alba Publicidad del 'Gabinete Fotográfico de D. Fernando G. Pedroso', en la revista 'El Tajo' (10 de septiembre de 1866). En aquel momento el trabajo técnico corría a cargo de Jiménez, profesional venido de una galería madrileña. La información detalla los precios y los diferentes tipos de retratos que se hacían Vista de la calle del Comercio hacia las Cuatro Calles en 1863. En la fachada de la derecha se situaba la vivienda de González Pedroso comunicada con Cordonerías,18. Imagen de un positivo estereoscópico realizado por el francés Ernest Lamy. Archivo Municipal de Toledo. Colección L. Alba Arriba, retrato de una dama y su reverso impreso: 'Fotografía de Pedroso y A. Leal. Cordonerías, 18'. Debajo, retrato realizado años después, por Casiano Alguacil, en el reverso figura la misma dirección donde funcionó el gabinete de Pedroso hasta 1867. Véase que en ambos retratos aparece el mismo forillo que evoca un espacio ajardinado. Esto indica que Alguacil se hizo con el material que empleó F. González Pedroso hasta el cierre de su negocio fotográfico. Providencia Judicial publicada en el 'Boletín Oficial de la Provincia de Toledo' (18 de abril de 1868). En ella se notificaba que, el 20 y 21 del mismo mes, se efectuaría la pública subasta de los “bienes muebles, semovientes, alhajas y efectos propios” de Pedroso en la calle de Cordonerías, 18. Aquello ponía final al desmantelamiento de su domicilio y contenido. En noviembre de 1867, el Juzgado ya había anunciado un concurso voluntario de acreedores que dio paso a ser oficialmente declarado en quiebra