El presunto asesino del niño de Mocejón pasa por los juzgados para una valoración psicológica

Recluido en el módulo psiquiátrico de la prisión de Segovia desde el 26 de agosto, después de pasar cuatro días en la de Ocaña I, llegó ayer a los juzgados de Toledo dentro de un vehículo de la Guardia Civil sobre las diez de la mañana. Como sucede en estos exámenes periciales, se le hizo una valoración personal desde su infancia hasta los hechos, pasando por sus relaciones familiares, escolares y laborales.

También se abordaron las alteraciones mentales: cuándo comenzaron, su seguimiento, los ingresos y los tratamientos. Se indagó si pudo haber algún trastorno por el consumo de sustancias antes de los hechos y se le preguntó qué ocurrió antes y después del ataque mortal a Mateo. Se intentó averiguar además si Juan, con episodios violentos en centros educativos por los que pasó, sabía distinguir entre el bien y el mal. Un chico con un «retraso mental moderado» congénito, pero que no tenía prescrita ninguna medicación el día de autos.

Con todo, los forenses elaborarán un informe de valoración psíquica, ya que evaluarán las alteraciones mentales o el consumo de sustancias, para determinar finalmente la imputabilidad. Se desconoce cuándo estará redactado este informe, aunque las fuentes consultadas calculan al menos un mes, «siendo optimistas» en este dramático caso, que algunos profesionales en este campo lo presentan como otro funesto ejemplo de la «mala gestión de las enfermedades mentales».

El responsable del Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo, que lleva el caso, afirmaba en el auto de prisión que Juan tiene diagnosticada una discapacidad psíquica, concretamente un «retraso mental moderado» congénito y «trastorno del desarrollo por autismo». Por ello, declaró ante él el 22 de agosto con la ayuda de una profesional (facilitadora) para que «pudiera entender y ser entendido».

No obstante, el juez Javier García López consideraba que «no existen datos inequívocos de una inimputabilidad», por lo que no cabía declarar ese día la eximente completa. A su juicio, había indicios suficientes para «creer responsable» del asesinato a Juan. Y sostenía que hubo un «mínimo plan preconcebido» por su parte para asesinar de doce puñaladas a Mateo.

En ese auto de prisión, como publicó ABC, Javier García señalaba además que no hay «informe alguno que acredite» que los hechos «fueron cometidos a causa de una descompensación de la discapacidad psíquica que justificara su internamiento urgente». «Más al contrario; examinado por los médicos forenses, no se advirtieron, desde la perspectiva estrictamente médica, motivos que determinasen su urgente e inmediato internamiento psiquiátrico», añadía.

Con su ingreso en la cárcel, según el juez, se ha pretendido «evitar que reincida». «La mecánica de los hechos evidencia, por sí misma, una gran peligrosidad de que el investigado pudiera cometer nuevos hechos delictivos», se lee en su resolución.