Los 5 patios imprescindibles de Toledo

En esta edición, que finaliza hoy, participan 44 patios y jardines. Conventos y casas particulares que abren sus puertas de 12:00 a 14:00 horas y 18:00 a 22:00 horas, algunos de ellos con actividades culturales, como música y danza.

Así, este sábado, a las 20:00 horas el grupo 'El patio de Toledo' interpretará romances tradicionales en el Colegio de Arquitectos, ubicado en la calle Santa Úrsula, 11; a esa misma hora en la plaza de las Capuchinas la actriz Ángeles Carmona recitará poesía acompañada por la música de Darya Neumiarzkytskaya, y en el Centro Cultural San Clemente, en la plaza de Padilla, también a las 20:00 horas, concierto del cantautor Pablo Parra acompañado de Múnich como intérprete de lengua de signos.

Entre los patios de este certamen, hay cinco imprescindibles para conocer y entender las particularidades del patio toledano, espacios que cuentan con la declaración de Bien de Interés Patrimonial en la categoría de bien inmaterial.

1. Patio de la calle del Cristo de la Luz, 12

Este patio conserva una interesante colección de azulejería en sus paredes, azulejos realizados con la técnica de la cuerda seca, procedentes de un antiguo zócalo que desapareció con la reforma del inmueble. Es interesante el capitel de madera tallada en el que aparece una cruz flanqueada por dos llaves y un león, cuentan los residentes en la casa que se trata de una pieza original del siglo XV, tallada por un judío converso que vivió en el hoy número 12 del Cristo de la Luz.

2. Claustros del convento de Santa Clara

Las clausuras abren cada Corpus para compartir con los toledanos y los visitantes auténticas joyas arquitectónicas del patrimonio local, como los claustros del Convento de Santa Clara. Son dos grandes patios, el más antiguo conocido como el del Naranjo, cuyo origen se remonta al siglo XIV, hay que detenerse en el solado a base de piedras de granito, góticas, también en la reja que separa este claustro del de los Laureles, una creación del arquitecto Jesús Corroto que mediante forja imita las magníficas yeserías mudéjares que se conservan de los antiguos palacios en los que se fundó el convento. Al atravesar esta celosía contemporánea aparece el Patio de los Laureles con sus impresionantes arcos de herradura.

3. Patio del callejón de Menores, 12

En este espacio se puede contemplan la tradición de la casa patio toledana con la vanguardia arquitectónica del siglo XXI. La rehabilitación de este inmueble cuenta con el reconocimiento de la Bienal de Arquitectura de Venecia, siendo premiado con El León de Oro, a la Mejor Muestra de Arquitectura Nacional; así como un galardón en los VI Premios de Construcción Sostenible de Castilla y León, entre otros.

Destaca la estructura formada por grandes vigas de madera que sustenta el edificio original, una idea puesta en marcha a través de un acuerdo de colaboración entre el Consorcio de la Ciudad de Toledo, la Universidad de Castilla-La Mancha, la Escuela de Arquitectura y la propiedad.

En la historia, esta casa perteneció a Rodrigo de la Fuente, médico de origen judío, considerado en su tiempo como un hombre de gran sabiduría y un hábil profesional, además de ser un humanista y poeta, gran amigo del Greco, cuyos restos reposan en la Iglesia de Santo Tomé.

4. Claustro de la Enfermería del Convento de Santa Isabel

El Convento de Santa Isabel de los Reyes se suma una edición más al certamen de patios con el Patio de la Enfermería, ubicado en unos antiguos palacios donados en 1447 por el rey Fernando el Católico a la fundadora, María Suárez de Toledo, con la que mantenía lazos familiares.

El patio constituye el núcleo central del palacio edificado por Pedro Suárez de Toledo, hijo de Diego Gómez e Inés de Ayala, una identificación que se puede comprobar en la decoración heráldica que aparece en el alfarje de la galería baja del patio: el castillo de los Toledo y los cuatro lobos pasantes de los Orozco. La cronología, entre 1374 y 1375, como apuntaba la historiadora Balbina Martínez Caviró (1926-2019).

5. Patio del callejón de Córdova, 8

Es el patio de un hogar toledano, con su vegetación, cerámica, columnas e importantes piezas patrimoniales como el fragmento de una columna de mármol jaspeado en rosa que puede proceder ni más ni menos que de la mezquita mayor de Toledo, sobre la que se edificó la Catedral. Una pieza datada entre los siglos IX y X. Conocida como 'La Casa del Buen Amor', este inmueble conserva restos de época visigoda, y un ánfora mudéjar del siglo XV decorada en estampillado, una auténtica joya del patrimonio local.