Page: «Muchos llegan a la política como forma de conseguir dinero y poder o para alimentar su vanidad y su ego»

Durante el acto de puesta en marcha de las depuradoras de las localidades toledanas de Cebolla, Mesegar de Tajo y Montearagón, el presidente de Castilla-La Mancha dedicó buena parte de su intervención a denunciar «la pérdida de vocación y compromiso» en los nuevos perfiles políticos. «Muchos llegan a la política desde una perspectiva nada vocacional, como un medio de vida, como una forma de conseguir dinero o poder, incluso para alimentar su vanidad o su ego», ha asegurado

Page contrapuso esta actitud con la de quienes, como él mismo reivindicó, entraron en política «con una intención lo más recta posible, conscientes de que nos equivocamos, pero con ánimo de servir».

En su intervención, el presidente de Castilla-La Mancha también vinculó la ética pública con la necesidad de cumplir escrupulosamente con la legislación. «Siempre es bueno cumplir la ley. Incumplir la ley siempre pasa factura».

En este punto, advirtió que muchas decisiones políticas adoptadas al margen de la legalidad acaban derivando en consecuencias graves, ya que «lo que hoy son albaranes, mañana son facturas y terminan en fracturas».

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Page apostó por la recuperación de la ejemplaridad como base de la convivencia democrática. «En estos tiempos duros, el ejemplo de los políticos sinceros, de aquellos que intentan no perder de vista a la gente, es lo único que nos puede sacar de la peor de las crisis, que es la crisis de credibilidad en el sistema», sustuvo en Monteraragón.

El presidente apeló a la honestidad como herramienta transformadora: «Poder mirar a la gente a la cara, no tener que agacharla al cruzarse, eso es lo que realmente nos puede sacar adelante». Y agradeció a los alcaldes y responsables locales su implicación con proyectos que, aunque «no tienen glamour ni rentabilidad política», responden a necesidades reales.

En materia internacional, Emiliano García-Page defendió con claridad la política de Defensa del Gobierno de España, que este fin de semana ha llegado a un acuerdo con la OTAN para no tener que gastar el 5% del PIB en Defensa y llegar sólo al 2,1%. En este sentido, recordaba que en los últimos años se ha producido un esfuerzo sostenido para reforzar la seguridad nacional y el compromiso internacional. «Este gobierno —y lo defiendo, PSOE, pero también SUMAR y Podemos— ha doblado el gasto militar respecto a lo que se encontró con Rajoy. Esta etapa está siendo la más militarista de casi toda la democracia», afirmó.

Lejos de criticar esa evolución, Page la justificó por el nuevo contexto geopolítico y las amenazas globales: «La seguridad cuesta dinero, pero la inseguridad cuesta mucho más; cuesta vidas y, a la postre, también cuesta dinero». En este punto, reclamó mayor conciencia y unidad europea en la defensa del continente, y pidió evitar dependencias estratégicas que comprometan el bienestar futuro.

El presidente de Castilla-La Mancha mostró un respaldo explícito a la posición del Gobierno frente a las presiones del expresidente estadounidense Donald Trump, al que no dudó en calificar como «un peligro con patas». Según Page, Trump representa una amenaza real no solo por sus ideas, sino por su capacidad de arrastrar a Europa hacia un modelo basado en el miedo y el beneficio armamentístico.

«Apoyo por completo la posición de España en relación con no dejarnos llevar por los caprichos de alguien como Trump y tener que sacrificar el futuro de nuestras familias, de nuestros hijos, de nuestro bienestar, de nuestra economía para nutrir a la industria armamentística americana», señaló.

El presidente autonómico insistió en que este debate debe afrontarse sin populismos ni eslóganes fáciles. «Que nadie piense que soy populista, que es lo que más odio en el mundo, ni fanático. Pero no podemos dejar que quien ha llegado a decir que Europa se defienda sola, imponga su ritmo de seguridad, que no es el nuestro. Porque detrás de esa presión hay un negocio: el de los que se lucran de la guerra y muchas veces son los mismos que la provocan», sentenció.